Meta humanos

Capital humano: prioridad necesaria en América Latina

En la era de la Inteligencia Artificial, los niños necesitan hoy más que nunca trabajar en su pensamiento lógico y crítico.

¿De qué sirve un machete si no hay madera? No intentes responder inmediatamente. Solo contempla y deja que de esta pregunta emerjan otros pensamientos, ya que este es el propósito de mi escrito. ¿Qué viene a tu mente?

Me parece muy importante que la innovación educativa sea un tema prioritario.

En lo personal, al contemplar la pregunta inicial, pienso en el siglo XXI. Un siglo en donde la humanidad cuenta con grandes herramientas. Todos, desde un aparato inteligente, podemos acceder a millones de libros, artículos, videos y películas. Desde un aparato inteligente, también somos capaces de compartir con el mundo lo que pensamos y hacemos. Inclusive, somos capaces de hacerle preguntas complejas a la Inteligencia Artificial y de automatizar una gran cantidad de trabajos. Cabe mencionar que muchos estudiantes hoy también son capaces de aprobar casi cualquier materia con la ayuda de la Inteligencia Artificial. Diría que el mundo ha cambiado mucho en 100 años, sin embargo, esta declaración se queda corta. Comparando el 2019 con el 2024, podemos notar cambios con una magnitud tan grande que antes hubieran tomado múltiples generaciones.

¿Cómo es posible que, frente a tantos cambios y avances tecnológicos, la forma de enseñar y aprender en esencia siga siendo la misma? Similar a la pregunta inicial, permítete contemplar y deja que surjan otros pensamientos.

Tengo 19 años, por lo que junto a mi reacción inicial me hice otra pregunta: ¿Cómo es que los adultos, quienes son responsables de diseñar y regular el entorno de crecimiento de los jóvenes, no están dando la talla? Estoy consciente de que esta es una pregunta fuerte y quiero recalcar que no la planteo con la intención de criticar, sino al contrario, busco sumar.

Luego de contemplar las tres preguntas que he hecho a lo largo de este artículo, me parece muy importante que la innovación educativa sea un tema prioritario y que tenga un espacio en las conversaciones entre padres, educadores y tomadores de decisiones gubernamentales. El mundo ha cambiado y, por ende, las necesidades de los jóvenes también. Ya no bastan las clases de computación. En la era de la Inteligencia Artificial, los niños necesitan hoy más que nunca trabajar en su pensamiento lógico y crítico. Los niños necesitan aprender a utilizar la tecnología y todas las herramientas a su disposición para ser usuarios y no usados.

Con la intención de mencionar algo positivo, aprovecho para contarles sobre Tangrama, una academia con programas extracurriculares educativos en programación creada por latinos para la región. Poca innovación educativa, particularmente en cursos de programación, está dirigida a hispanohablantes. Las nuevas generaciones, de no ser expuestas a la programación, enfrentarán grandes retos. Tangrama busca cambiar esto al reconocer que, en la era de la Inteligencia Artificial (de la cual todos formamos parte), el éxito no se limita a saber programar, sino a saber interactuar y producir utilizando la tecnología. Es necesario que los centros educativos comprendan esto y busquen formas rápidas de implementar programas actuales. Tangrama es una academia pionera en América Latina, ofreciéndoles a los centros educativos la oportunidad de exponer a sus estudiantes a la programación.

Retomando la pregunta inicial y elevando la analogía: considerando que en el siglo XXI contamos con grandes y poderosas herramientas, es necesario que fomentemos la innovación educativa. Latinoamérica es una región con muchos jóvenes, y hoy ellos necesitan que la inversión en el capital humano y en la educación sea una prioridad.

Te invito a que plantees una de las preguntas de este artículo en uno de tus círculos sociales el día de hoy. Nada cambia si nadie habla.

ESCRITO POR:

Emiliana Méndez

Estudiante y aprendiz, que busca diseñar un Mundo a través de la implementación de un sistema integral y holístico basado en el triple impacto (económico, social y ambiental) para transformar Guatemala y la región