CABLE A TIERRA
Barreras a la vacunación covid-19 en Guatemala
El jueves 10 de noviembre 2022, el Laboratorio de Datos GT, con el apoyo de Oxfam, en el marco de la iniciativa global de “Vacunas para Todos”, capítulo latinoamericano, se presentó el estudio Desigualdad y vacunación covid-19: barreras institucionales a la vacunación en Guatemala. Este forma parte de una serie de análisis que ha venido realizando el Laboratorio de Datos GT como su aporte ciudadano y técnico a lo que nos ha ocurrido como sociedad con la pandemia y la vacunación. Un aporte para retroalimentar y repensar tanto las acciones presentes, como la planificación de la respuesta institucional de mediano y largo plazo que deberá desarrollar el MSPAS frente a amenazas a la salud, así como para el seguimiento que deberá tener la vacunación covid-19 y en general, la vacunación de adultos, que ahora es muy limitada en la oferta regular de vacunación que tiene el MSPAS.
Se estima que la vacunación covid-19 ha evitado ya unos 20 millones de muertes en el mundo por esta enfermedad. Sin embargo, sigue habiendo brotes significativos en distintos países y continúan las mutaciones del virus, en parte porque todavía no se han logrado coberturas poblacionales suficientemente altas en el mundo, y porque, además, estas son bastante inequitativas entre países, regiones y poblaciones. Mientras en países de muy bajos ingresos las coberturas promedio con una dosis están en 23%, en países como Singapur, hay coberturas promedio de 93% con dos dosis.
' Aprender de los errores es el primer paso para mejorar.
Karin Slowing
Por estas razones, cerrar las brechas de vacunación sigue siendo un imperativo y hay que entender cuáles son los factores que están incidiendo en que ello no ocurra. Para ello, en el estudio se plantea un esquema conceptual que orienta el análisis. En este se reconoce la multiplicidad de factores que hacen sinergia para producir un pobre resultado vacunal y, sobre todo, la desigualdad de acceso. Algunos de estos factores son de carácter global, relacionados con la gestión del conocimiento y la tecnología de vacunas; con la producción del biológico y con la distribución de las dosis disponibles. Países que financiaron la investigación y producción de vacunas, también acapararon inicialmente mucha más vacuna de la que necesitaban sus poblaciones, creando con ello un déficit de acceso para países dependientes de la compra y para el propio mecanismo Covax, que se tradujo en el retraso de la vacunación en estos países. Especialmente en aquellos que, como Guatemala, entraron tarde a negociar bilateralmente vacunas directamente con las farmacéuticas, aunque el caso de Guatemala, en realidad, es desafortunadamente, un proceso de otro orden de gravedad, por la profunda opacidad que rodea esta contratación y su ejecución, hecho por el cual nadie rinda cuentas.
Tristemente, desde junio 2021, Guatemala ha tenido suficiente vacuna disponible en el país como para haber cumplido con la meta establecida por la OMS para junio de 2022 (70% de la población vacunada). Sin embargo, primero se vencieron seis millones de dosis antes que aplicarlas. La narrativa que se implanta es que es culpa de la población indígena, que rechaza la vacuna. Una afirmación fácil de creer en un país racista, pero que en realidad enmascara un conjunto de déficits institucionales del MSPAS relacionados con el diseño del plan de vacunación y su implementación, así como problemas sistémicos y estructurales históricos que sufre la institución en un Estado que ha transformado la salud en un bien de mercado, y que desprecia los abordajes de salud pública y de la antropología de la salud. De varios de estos aspectos trata este estudio del Laboratorio de Datos GT, que pueden bajar en www.labdedatosgt.com y en www.elfuturodelaspandemias.org