Nota bene
Avanza el análisis de las decisiones públicas
Útil herramienta para América Latina
Tuve el gusto de asistir a la reunión anual de la Sociedad de Public Choice (PCS, por sus siglas en inglés) que se llevó a cabo del 14 al 16 de marzo, en Plano, Texas. La PCS cumple 61 años de fomentar investigaciones de vanguardia en torno al análisis de las decisiones públicas. Además, publica una revista académica sobre estos temas.
Útil herramienta para América Latina
Dicha sociedad nació en abril de 1963. Cuenta James M. Buchanan que él y Gordon Tullock invitaron a Charlottesville a sus amigos economistas, politólogos, sociólogos y más, para discutir cómo podían avanzar un proyecto de investigación sobre los procesos de toma de decisión “fuera del mercado”. La descripción del proyecto resultaba larga y enredada, y por eso, en 1967, el grupo tomó el nombre Sociedad de Public Choice. El politólogo William Riker, quien posteriormente llevó las ideas a la Universidad de Rochester, organizó muchas de las sucesivas reuniones, mientras que Buchanan y sus colegas montaron el centro para el análisis de las decisiones públicas en el Instituto Politécnico de Virginia. En 1983, dicho centro se mudó, junto con Buchanan, a la Universidad de George Mason.
Una característica importante de la PCS es el énfasis en la exploración interdisciplinaria; simbólicamente, los economistas y los politólogos se rotan la presidencia de la organización.
Este año se presentaron alrededor de 300 investigaciones en 78 panel-foros. Además, el programa incluyó tres conferencias plenarias: Jeffery Jenkins expuso una rama nueva de investigación, Economía Política e Histórica; el premio Nobel de Economía del 2007, Roger B. Myerson, dictó la conferencia “Los gobiernos locales en naciones e imperios”; y el economista sueco Nils Karlson habló sobre el rol de las ideas en el cambio institucional.
Las palabras de Karlson son relevantes para América Latina. Entre el 2012 y el 2022, aumentó el porcentaje de personas que viven en regímenes autoritarios, señaló Karlson, y sugirió que las ideas populistas han contribuido a erosionar las instituciones políticas y económicas alrededor del mundo. La mayoría de los habitantes del mundo son menos libres hoy que hace una década. Los “emprendedores de las ideas” deben volver a calar en los debates, con argumentos sólidos y evidencia empírica, para mostrar las bondades de sistemas respetuosos de la libertad y el estado de Derecho.
Con agrado vemos a más académicos latinos participar en la PCS. Se elaboran investigaciones centradas en nuestros países y los asistentes se plantean preguntas sobre América Latina. Una razón por la cual la participación de latinoamericanos en estas reuniones fue escasa en las décadas anteriores es que, simplemente, conocemos poco la disciplina. Son contadas las traducciones al español de las principales obras. Pero el Public Choice se lee como una versión moderna de conocidos autores de la economía política y sus intuiciones hacen eco de textos escritos por ciertos académicos de la Escuela de Salamanca, Cervantes, José Ortega y Gasset, Juan Bautista Alberdi y otros.
La mayoría de los textos en inglés, a su vez, se enfocan en ejemplos estadounidenses, porque Estados Unidos es el país que mejor conocen los autores asociados con la escuela. Pero sus teorías pueden ayudarnos a interpretar nuestra realidad. El Public Choice sigue al actor político individual (al votante, político, grupo de interés o funcionario público), y evalúa sus elecciones dentro de un contexto específico. Explora el entorno institucional, los incentivos y las ideas que orientan sus decisiones, y saca conclusiones sobre cuáles marcos institucionales producen mejores resultados, y qué conjunto de reglas procuran una interacción constructiva.