HAGAMOS LA DIFERENCIA

Autopista Palín-Escuintla… ¿Gratis?

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A partir de ayer el paso por la autopista Palín-Escuintla es gratis… gratis como un verdadero eufemismo de “costosa”, por las implicaciones que tendrá dejarla abierta al público aparentemente sin pagar nada, pues los costos en que se incurrirá serán exorbitantes. El aumento del tránsito por no cobrar quizá forme en ciertos horarios grandes filas que pagaremos en tiempo y en combustible, se prevé en breve un deterioro y poco mantenimiento como casi todo lo estatal, lo que repercutirá en mayores gastos de mantenimiento a nuestros vehículos.

Aunque el acuerdo 403-2023 del Ministerio de Comunicaciones prevé en forma ambigua algunas de estas situaciones, entre las implicaciones que poco se mencionan de esta decisión serán: 1) proliferación de ventas callejeras que pronto se convertirán en puestos fijos a lo largo de la autopista, lo que causará problemas en la locomoción, como ocurre en San Lucas Sacatepéquez, en Cuyotenango, entre otros muchos lugares del país. 2) al quedar la vía libre, las industrias, comercios, poblados próximos, fincas, etc. aprovecharán para crear un entronque a dicha carretera, lo que incidirá en la fluidez del tránsito. 3) El deterioro de los vehículos cuando sea manifiesta la falta de mantenimiento será evidente. Lo que pagábamos por el peaje quedará ridiculizado ante el gasto del mantenimiento de los vehículos. 4) circulación por el área sin un seguro que pueda cubrir los riesgos.

' Durante 25 años gozamos de una autopista de primera, lo que sucederá ahora que es gratis es previsible: su pronto deterioro.

Samuel Reyes Gómez

Lo que Marnhos entregaba al gobierno en regalías es peyorativamente bajo si se analiza solo el % que entregaba al gobierno, un 1% de los ingresos. Depende del punto de vista con que lo analicemos, puede ser diferente. El % puede calcularse sobre ingresos, que es este caso; sobre costos o utilidades. Interesante sería un análisis donde podamos ver cuando significa este 1% de ingresos como % real de utilidades. Por supuesto que la cifra en este caso sería diferente. O podríamos verlo también a la luz del costo en que se habría incurrido en mantenimiento por parte del Estado, que implicaría tal vez haber construido la vía 3 o 4 veces en este lapso para mantenerla al 100% de operación.

Me pareció pertinente el comentario de Fernando García en un artículo de opinión: “Durante 25 años, después de invertir US$210 millones (de nuestros impuestos) y pagar voluntariamente una tarifa de peaje, los usuarios hemos tenido una autopista de primera. El gobierno ha generado ingresos y los usuarios no nos hemos quejado. Las quejas llegan como ecos lejanos de alborotadores, políticos y oportunistas que la prensa amplia sin mayor investigación. Hoy la concesión ha llegado a su fin. Hacer una nueva licitación, contratando a Marhnos para que la siga operando mientras hay un nuevo ganador era una opción. El que posiblemente sea el peor gobierno y el presidente más nefasto de nuestra historia destruye lo que no pudo construir. Nos deja como legado un discurso populista diciendo “A partir de mayo ya no tendrán que pagar peaje”. ¿Y los embotellamientos? ¿Y los hoyos que destrozarán los vehículos? ¿Y los accidentes? ¿Y el tiempo que se perderá? Los usuarios quedaremos en manos del CIV, entidad que “solo sobará la roncha” durante tres años y, con suerte, en el año de elecciones hará, como durante el presente año, un despliegue improvisado, con grandes fallas técnicas y desparpajo de un oneroso presupuesto que debió tener un mejor destino. Posiblemente el año entrante el nuevo gobierno, en un acto de sabiduría, dé marcha atrás. Pero hacerlo conlleva un costo político. Los agitadores sacarán las uñas y enseñarán los dientes. El daño ya estará hecho, y es perverso. El que, en materia vial, nada deja, quita lo mejor que tenemos”. La decisión no pudo ser peor, oportunista, cómoda, populista, electorera. Alguna instancia superior en este país debería revertirla, aún es tiempo, después de todo en esta vida nada es gratis, quizá solo el queso que se pone en la trampa de los ratones…. para los ratones… lo que pagan con su muerte…

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.