LIBERAL SIN NEO
Atención a señales
La toma de posesión del binomio electo el próximo domingo despejará incertidumbre al mismo tiempo que abre la puerta a interrogantes. Decir que permea un ambiente de esperanza sería ir muy lejos; lo menos que puede esperarse es otorgar el beneficio de la duda. El insulto, la etiqueta, anunciar inminentes calamidades y el apocalipsis por la toma de posesión de Bernardo Arévalo y la integración de su gabinete es inapropiado para el momento. Ya habrá oportunidad de evaluar sus propuestas, políticas y resultados.
' Los grupos de interés y choque no tardarán en poner a prueba su carácter.
Fritz Thomas
Actualmente habrá bastante unidad en Semilla, sus energías han tenido que estar puestas en cosechar la fruta y tenerla en las manos. Esta unidad se pondrá a prueba rápidamente conforme surgen pugnas entre diferentes figuras y facciones para tener mayor influencia en la dirección de políticas de gobierno y la ocupación de focos de poder. A mi entender, Arévalo representa un ala relativamente moderada entre facciones más radicales por una parte y de realismo pragmático por otra. En el transcurso del año podrían darse algunas señales, con la articulación de políticas concretas, comunicaciones y diplomacia, que ofrecerían elementos para interpretar la tendencia y rumbo.
Una señal que merecerá especial atención será la manera en la que el nuevo gobierno maneja su propaganda; si es meramente autocongratulatoria como es usual, o si se va por el camino de la magia épica. Una cosa es informar y presumir, y otra es la creación de lemas, símbolos y leyendas con el propósito de establecer su identidad como portador de la llama del cambio histórico y motor del nuevo y maravilloso mundo que se avecina. Si es apenas pomposo, o bien asocia su “movimiento” con figuras heroicas y gestas históricas, promoviendo una narrativa fantástica que reconstruye algún ideal romántico del pasado. El contenido y forma de su comunicación delatará la corriente que domina y la dirección que aspira tomar.
El nuevo gobierno vivirá una amorosa e intensa luna de miel con Washington y Bruselas. La ruta astuta sería ordeñar al máximo estos afectos para atraer inversión real y relaciones comerciales favorables. Una señal alarmante sería el acercamiento con el socialismo del siglo XXI venezolano, la importación de médicos, maestros y asesores cubanos, estrechar lazos con Irán o convertirse a la causa palestina. El posicionamiento y juego diplomático dirá mucho sobre la moderación o radicalismo que viene.
Los grupos de interés y choque no tardarán en poner a prueba su carácter, si basta dar un susto para ganar el pulso. Será informativo ver la postura que toma el gobierno con la conflictividad social; si la abraza, impulsa y usa para sus propios propósitos, o actúa como árbitro sensato que aplica la ley. Circulan supuestas declaraciones de un diputado del partido, dando a entender que, de no conseguir que prospere su agenda en el congreso, acudirán a la calle. La manipulación de turbas, manifestaciones y protestas para apoyar sus causas daría una poderosa señal del tenor del nuevo gobierno. Su actitud hacia la invasión de tierras, los sindicatos estatales y su tolerancia a la crítica serán reveladores.
Tema aparte son las amenazas reales que puedan minar la capacidad de acción del nuevo gobierno; su falta de peso definitivo en el Legislativo, las tormentas jurídicas, los feudos organizados que ordeñan el erario y los cárteles que operan cómodamente. Tampoco pueden hacerse de menos las corrientes de opinión que van desde el escepticismo hasta la abierta hostilidad. Pronto se irán definiendo los colores.