Godot ha llegado
Amenaza al acecho
Estamos presenciando el inicio de una guerra territorial entre carteles mexicanos que está afectando a Guatemala.
La captura de Ismael el Mayo Zambada García el pasado 25 de julio, en El Paso, Texas, ha generado tensiones entre los gobiernos de Estados Unidos y México. De acuerdo con el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), su gobierno está “enfrentando en Sinaloa una situación de inestabilidad, de confrontación”, a la vez que acusa a Estados Unidos de planificar el operativo que dio con la captura del último de los grandes capos del cartel de Sinaloa mientras que el gobierno de Estados Unidos niega esto (Prensa Libre, 19/09/2024). En esa misma línea siguió la presidenta electa Claudia Sheinbaum, quien tomará posesión este primero de octubre, y criticó a su vecino del norte de no coordinar dicha captura con México y no considerar los efectos de la misma.
Es imperativo que el gobierno de Guatemala lleve a cabo las gestiones necesarias para iniciar con el pie derecho una alianza importante con la administración de Claudia Sheinbaum.
Sea cual sea la versión, se entiende cómo los Estados Unidos no confían en sus pares mexicanos debido a un sistema que permite fugas de información en casos de este tipo, pero por otro lado no deja de ser cierto lo que AMLO y Sheinbaum critican, puesto que la captura del Mayo ha generado un vacío de poder que ahora busca ser llenado por los hijos del Chapo Guzmán –conocidos como los Chapitos, porque la originalidad es algo que se ha perdido hasta entre los narcos– y otros grupos rivales. Pero el gran problema es que este problema no se limita a Sinaloa, sino que es un asunto nacional y es sin duda la peor herencia que recibirá Sheinbaum: una guerra territorial entre carteles.
Esta situación le genera dos grandes problemas a la futura presidenta: primero, debe priorizar la seguridad sobre lo que será su agenda de feminismo social como pilar de su futuro gobierno. Una crisis de seguridad siempre debe tomar prioridad sobre otros temas en política, debido al reclamo popular y el desgaste inmediato que este genera. Segundo, Sheinbaum tampoco se puede dar el lujo de iniciar un conflicto con una tensión con Washington. La mayoría de presidentes mexicanos, incluyendo AMLO, saben esto. Una cosa son las declaraciones nacionalistas con golpes al pecho y otra es trabajar con la principal potencia mundial en temas de seguridad.
Mientras tanto, los efectos de la captura del Mayo Zambada también han generado sus secuelas en Guatemala y la reacción que ha tenido México es un tema que debe convertirse en una prioridad para el actual gobierno y en particular para el ministro de Gobernación, Francisco Jiménez Irungaray. Gradualmente, hemos visto un incremento en la violencia fronteriza entre Guatemala y México. Desde hace unos meses, los pasos fronterizos entre Quetzaltenango, San Marcos y Huehuetenango a México están siendo controlados por los carteles y los actos de violencia han incrementado como también lo han hecho las capturas y deportaciones de personas señaladas por narcotráfico aquí en Guatemala. Nuevamente, esto responde a los vacíos de poder y la lucha por llenarlos.
A pesar de esto, la verdadera amenaza es la relación bilateral con México. La presencia de carteles mexicanos en el país y el efecto de derroche que esta tenga en territorio nacional solo puede ser resuelta con una cooperación con nuestros vecinos mexicanos, y así como ellos se quejan de una falta de cooperación con Estados Unidos, nosotros sin la cooperación de ellos estamos en una clara desventaja, lo cual pone nuevamente como prioridad el tema de seguridad, muy por encima de otros temas, como infraestructura, desnutrición, salud y educación. Es imperativo que el gobierno de Guatemala lleve a cabo las gestiones necesarias para iniciar con el pie derecho una alianza importante con la administración de Claudia Sheinbaum para tratar temas de interés mutuo, como seguridad, migración, comercio e inversiones. ¡Feliz domingo!