Con otra mirada
Al oído del presidente Arévalo
Cultura y Deportes apoyó la contrapropuesta Proyecto del Centro Cultural: Estación Central de las Artes.
ANADIE es el brazo ejecutor del Programa Nacional de Competitividad (PRONACOM) creado en 2004, del Ministerio de Economía. Según se describe “facilita esfuerzos y alianzas interinstitucionales entre el sector público, privado, sociedad civil y academia, para el desarrollo de la competitividad del capital humano y empresarial que genere inversión, contribuya al desarrollo descentralizado del país, mejore la calidad de vida de los guatemaltecos y desarrolle oportunidades de empleos formales”. Grandes enunciados para formular proyectos millonarios, con recursos estatales, sin ningún beneficio público.
ANADIE propone un proyecto especulativo de explotación inmobiliaria. Los ciudadanos, un proyecto de desarrollo nacional.
Uno de ellos, el Centro Administrativo del Estado, anunciado en Jun2015. Es un complejo de edificios para albergar a los servidores públicos diseminados por toda la ciudad en edificios y casas alquiladas. La idea no es mala. El sinsentido es que, sin análisis serio de ninguna naturaleza, ANADIE pretende usar las antiguas instalaciones de la Estación Central del Ferrocarril, parte intrínseca del Centro Cívico de la ciudad Guatemala, ignorando que se trata del más importante conjunto industrial del país protegido por la ley.
Ante el potencial riesgo de un proyecto de tal envergadura para la integridad urbana, arquitectónica y artística del Centro Cívico (Monumento Nacional) un grupo de arquitectos, urbanistas, artistas, promotores culturales y ciudadanos amantes de los bienes culturales se reunió para conocer y tratar el caso. Resultó ser que PRONACOM es una iniciativa de las cámaras empresariales para satisfacer intereses inmobiliarios propios, desde el Estado —sin que todos los ministerios estén representados—, mediante Asociaciones Público Privadas con préstamos que el Estado asumirá. Destaca la ausencia del Ministerio de Cultura y Deportes, pero preocupa la cláusula que advierte que, si en un proyecto hubiera de por medio patrimonio cultural que lo obstruya, habrá que cambiar la Ley…
El grupo se denominó Ciudadanos Decididos a Defender el Patrimonio Cultual de la Nación. Emitió un pronunciamiento que obtuvo el soporte de la Prensa Nacional, la opinión favorable de la comunidad y apoyo de las instituciones más importantes en la defensa del patrimonio cultural: Ministerio de Cultura y Deportes, Facultad de Arquitectura de la USAC y Colegio de Arquitectos que se manifestaron públicamente. Fue enviado a las instituciones que integran el Centro Cívico: Alcaldía, Banco de Guatemala, Crédito Hipotecario Nacional, Instituto Guatemalteco de Seguridad Social, Corte Suprema de Justicia, Ministerio de Finanzas Públicas; así como al presidente del Consejo Consultivo del Centro Histórico, Procurador DDHH, Rector USAC y director del Centro Cultural Miguel Ángel Asturias.
Esas acciones detuvieron el disparate. El Ministerio de Cultura y Deportes emitió un acuerdo a favor de su suspensión y apoyó la contrapropuesta con el Proyecto del Centro Cultural: Estación Central de las Artes y las ciencias, que contempla la recuperación del derecho de vía del ferrocarril para crear un servicio de transporte público, eficiente y contemporáneo, al tiempo de construir a su largo, edificios de baja altura para oficinas públicas y vivienda popular que satisfaga a los invasores existentes y una enorme población interdepartamental, ahora conurbada.
Pocas semanas atrás ANADIE volvió a la carga para tratar de sorprender a las nuevas autoridades con el proyecto del Centro Administrativo del Estado renovado; igual que el original, desubicado e inconsistente con la realidad urbana de la ciudad. Insiste en centuplicar el caos vehicular predominante de la Avenida Bolívar, zona 8 a la 10 avenida, zona 5 y del centro histórico, zona 1 al Centro Cívico, zona 4.
ANADIE propone un proyecto privado y especulativo de explotación inmobiliaria. Los ciudadanos, un proyecto de desarrollo nacional, propio de un gobierno con visión socio-cultural.