Al editorial de La Hora, “Hagamos algo en el 2025”
El gobierno de turno está enredado en su propia soberbia.
El diario La Hora, fundado en 1920, luego de la caída de la dictadura de Manuel Estrada Cabrera (1898-1920), largos 22 años, que cuenta con un amplio bagaje histórico de periodismo, en su primera edición del año, el 2 de enero, publica el editorial con el título sugestivo “Hagamos algo en el 2025”, al cual me referiré como un posible punto de partida que pueda derivar en algo más allá del gobierno de turno.
El gobierno de turno está enredado en su propia soberbia.
Este editorial afirma de una forma categórica: “Quedó demostrado que el gobierno del presidente Bernardo Arévalo no podrá concretar los cambios necesarios, pero sí puede y debe ser el gran articulador de un movimiento social sin precedentes en el que los diversos sectores de la sociedad civil se comprometan a ser actores del cambio”. Más adelante, en un tono realista, enfatiza: “Ciertamente hace falta un liderazgo que logre reunir a todos los que queremos un cambio, para que juntos podamos lograrlo, y esa es la principal obligación que tiene el actual gobierno…”.
Es importante recordar que el Movimiento Semilla, al elegir al binomio presidencial de Bernado Arévalo y de Karin Herrera, apostaban por consolidar y por fortalecer el partido político en las elecciones generales del 2023. En las circunstancias de un proceso electoral que lucía intervenido y manipulado, el azar del destino, desestimando las tendencias electorales y jugándole la vuelta a los prestidigitadores, una ciudadanía joven se decanta a último momento de forma significativa por el binomio del Movimiento Semilla. Los desafíos para el sorprendido binomio electo fueron inmediatos y evidentes a partir de la elección de la segunda vuelta electoral del 20 de agosto del 2023.
A la luz de ello, era indispensable, desde un principio, sin dilación y como prioridad, dada la precariedad de la democracia y de las circunstancias difíciles postelectorales, que el Movimiento Semilla y sus líderes electos hubieran estado dispuestos a abrirse y estar a la altura de esas circunstancias, adoptando posiciones de estadistas, por encima de sus simpatías ideológicas o de su activismo para articular lo que el referido editorial de La Hora manifiesta. Ese llamado a hacer algo este 2025 me luce un tanto tardío. Se perdió el momento histórico para ser el gran articulador de un movimiento social. El gobierno de turno está enredado en su propia soberbia, impericia política e inmerso en la gestión coyuntural del día a día. Y en esta inercia han disminuido en buena medida las simpatías del electorado joven que depositó su confianza para ese cambio en la gestión pública en contra de la corrupción y de la impunidad. Por supuesto, en política no hay nada escrito.
Sin embargo, el llamado del editorial de La Hora debe y puede ir más allá de la coyuntura, sin que se deposite esa responsabilidad de liderazgo única y exclusivamente en el presidente Arévalo y su gobierno.
Hay una creciente consciencia de esta realidad en los distintos sectores sociales y sus respectivos liderazgos, que han intentado en vano llegar a acuerdos sustantivos con el gobierno, que a lo interno también han tenido y tienen sus propios desafíos de gobernabilidad.
Reconozco la consistencia del diario La Hora en promover los diálogos intersectoriales para hacerle frente a los desafíos del país. Guatemala cuenta con una base de líderes notables y de mucha experiencia empresariales, profesionales, académicos, científicos e investigadores en diversos campos y una población diversa muy trabajadora, diligente y emprendedora deseosa de superarse. Hay que promover la alternativa política al Movimiento Semilla de amplia base social que presione y plantee un nuevo y renovado rumbo al país.
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