El Organismo Legislativo tiene en sus manos la aprobación de la iniciativa 5934, que permitiría la concesión del AeroMetro, la cual se encuentra pendiente de tercer debate. Un proyecto que ayudará a la movilidad de miles de guatemaltecos, así como la inversión y el desarrollo de la ciudad de Guatemala.

El AeroMetro, según la información presentada públicamente la semana pasada por las municipalidades de Mixco y Guatemala, contará con dos ejes. El primero, un trayecto de 2.1 kilómetros que va desde la Plaza España hasta El Trébol, con 124 cabinas, todas con la capacidad de movilizar a 12 personas cada una. El segundo eje será desde El Trébol hasta Molino de las Flores, con un tramo de 6.8 kilómetros con 330 cabinas para 12 personas, un sistema multimodal, ya que el pasajero puede hacer trasbordo con las líneas existentes y futuras del Transmetro, así como con el proyecto de tren de cercanías, que se pretende desarrollar a futuro como lo es el MetroRiel.

Este tipo de proyectos son fundamentales porque ayudan a generar una mayor pirámide invertida de movilidad, donde se priorice a los peatones, ciclistas y transporte público antes que a los transportes de logística o de carga y los vehículos particulares. El AeroMetro, además, se alinea a los principios urbanos de ordenamiento territorial, ya que fomenta mayor conectividad y usos mixtos de movilidad, entre otros, tomando en cuenta todas las estrategias territoriales de los municipios de Mixco y Guatemala.

El Plan Maestro de Movilidad Urbana dictamina los principios que deben regir los diferentes sistemas de transporte en la ciudad de Guatemala, como la seguridad, la rapidez, el orden y la conectividad. Es así que vemos cómo en muchas otras urbes como Ciudad de México, Tiflis, Santiago, Río de Janeiro, Medellín y próximamente en París, sistemas tipo teleférico como el AeroMetro son muy utilizados por los usuarios precisamente por la seguridad que representan respecto de otros sistemas, lo amigable que son con el ambiente —son sistemas eléctricos, que no emiten el terrible humo negro y la emisión de CO2 de los buses— y con la comodidad de ir en una góndola de forma rápida, cómoda y con la oportunidad de leer o escuchar música, haciendo más eficiente la movilidad, sin la preocupación de ser asaltado, ya que el sistema automáticamente cierra las puertas en caso exista cualquier altercado dentro de una góndola.

El riesgo de la inversión lo asumen los inversionistas privados, que ayudarán a aumentar la inversión extranjera directa en US$156 millones, algo que calza perfectamente con los esfuerzos que el Gobierno de Guatemala está promoviendo a través de la iniciativa Guatemala No se Detiene, para aumentar la productividad y la eficiencia del nivel de vida de los vecinos de ambos municipios, con la oportunidad de que a futuro se puedan tener mejores sistemas integrados de transporte multimodal, como pudiera ser un metro subterráneo, en la medida en que el PIB per cápita y el número de habitantes de la ciudad de Guatemala aumenten.

Este es el tipo de proyectos financieramente sustentables y políticamente factibles, que los diputados en el Congreso de la República deben apoyar, proyectos que le mejorarán la calidad de vida a los vecinos. Imaginemos por un momento más concesiones municipales para la movilidad sustentable en las nueve ciudades intermedias, interconectando municipios y ayudando a las ciudades a ser más prósperas, competitivas, sostenibles y ordenadas. Esas deben ser las aspiraciones hacia una Agenda Urbana que priorice y fomente la convivencia en las ciudades.