Ideas
A la conquista de la desnutrición
La desnutrición crónica al inicio de la vida es una condena a una existencia por debajo de las expectativas de la mayoría.
La desnutrición es uno de los problemas más impactantes en el país. No se ve tan fácil a simple vista, pero está muy cerca. La mitad de los niños guatemaltecos padece algún grado de desnutrición crónica. Ha habido muchos intentos de reducirla, pero la mayoría han fracasado. Sin embargo, gracias al tesón de empresarios visionarios, finalmente una solución sostenible parece brillar en el horizonte.
La desnutrición crónica al inicio de la vida es una condena a una existencia por debajo de las expectativas de la mayoría. Si le afecta a un ser humano en la “ventana de los mil días” —período desde la concepción hasta que cumple los dos años—, sus efectos le acompañarán de por vida. Esta es la etapa cuando se desarrolla el cerebro, pero si no tiene a la mano los nutrientes necesarios, no se desarrollará a todo su potencial, lo que puede tener efectos devastadores a lo largo de toda su vida. Y aquí no hay vuelta atrás. Si no se resuelve el problema en esa etapa, nada que se haga después podrá resolver el problema de fondo.
Por supuesto que la desnutrición crónica tiene otros problemas, y uno de los principales es que los niños, todo su cuerpo, no solo los cerebros, no llegan a alcanzar todo su potencial. Pero todavía hay casos peores, que son los de desnutrición aguda. Esta los puede llevar a la muerte. Y de esta también hay mucha en Guatemala. Los gobiernos han intentado reducir la desnutrición crónica, pero han fracasado estrepitosamente. En los últimos años, el Gobierno ha destinado entre Q5 mil millones y Q10 mil millones anuales para actividades que buscan reducirla, pero en lugar de reducirse se ha incrementado.
En paralelo, el grupo Castillo Hermanos desde hace muchos años ha buscado formas de combatir la desnutrición. Luego de realizar varios proyectos, incluido el de cambiar completamente una comunidad, llegaron a la conclusión de que había que sistematizar el proceso de tal manera que no solo se trataran los efectos, sino que se lograra cambiar las causas subyacentes de una manera sostenible en el tiempo.
Gracias al tesón dea empresarios visionarios, finalmente una solución sostenible para reducir la desnutrición parece brillar en el horizonte.
De allí surgió el proyecto “Guatemaltecos por la Nutrición”, en el que se sistematizó la atención a las comunidades con el objetivo de reducir, de manera sostenible la desnutrición. El proyecto consiste en un campamento móvil que tiene todas las facilidades, tecnología y personal para atender a la población, recuperar a los niños y apoyar a los miembros de las comunidades a desarrollarse económicamente.
El primer campamento se instaló hace casi un año en Huehuetenango, para atender a comunidades de los municipios de Cuilco, La Libertad y La Democracia. Y se han visto los primeros resultados. Ya se recuperó al 79% de los niños con desnutrición aguda que están atendiendo. El resto también está en proceso de recuperación, pero tienen algunos factores que lo retardan. Esto era la prioridad, ya que la desnutrición aguda puede terminar en la muerte.
Pero también han avanzado con los niños que padecen desnutrición crónica. Hasta la fecha han logrado detener el retardo de crecimiento en el 71% de los niños menores de 2 años registrados en el proyecto. Ahora que ya avanzaron en este primer frente, inicia el trabajo en las siguientes etapas del proyecto para lograr que esos cambios sean sostenibles. Ya han realizado más de 100 talleres nutricionales y han logrado la creación de casi 100 grupos enfocados en distintos aspectos de desarrollo comunitario, como el ahorro o la formación.
Pero el proyecto sigue creciendo. Ahora viene un segundo campamento, que estará ubicado en el norte del departamento de Huehuetenango. Y usted puede conocer este campamento, porque ahorita está ubicado en el Obelisco y estará abierto al público este fin de semana. Aproveche esta oportunidad de conocer cómo se puede cambiar la vida de los niños de Guatemala.