pluma invitada
A 30 años de Cairo: Desafíos futuros en el día de la madre
Invertir en garantizar los derechos de las mujeres promueve la igualdad y un futuro más próspero.
La Conferencia Internacional de Población y Desarrollo (CIPD), celebrada en El Cairo en 1994, marcó un hito en la historia global, al reconocer los derechos humanos fundamentales relacionados con la igualdad de género, el empoderamiento de las mujeres y el acceso universal a la salud sexual y reproductiva.
Diariamente, una mujer muere durante su embarazo, parto o puerperio debido a causas prevenibles.
A 30 años de este evento histórico, a nivel mundial hemos presenciado avances significativos en áreas como la educación primaria y la esperanza de vida. Además, la planificación familiar ha permitido que más embarazos sean planificados. Estos avances son resultado directo de un compromiso colectivo con el desarrollo sostenible, colocando a las mujeres y niñas en el centro del progreso.
Sin embargo, es crucial reconocer que aún queda mucho por hacer. La mortalidad materna, aunque ha disminuido, se ha estancado en los últimos años, agrabada por la pandemia de covid-19 y la fragilidad de los sistemas de salud. Además, persisten desafíos importantes en la igualdad de acceso a empleo entre hombres y mujeres, así como en la erradicación de la violencia contra las mujeres y los femicidios.
En el contexto guatemalteco, existen desafíos adicionales: el recién publicado Análisis de Población 2024 del Unfpa señala que el país registra una alta prevalencia de embarazos en adolescentes. Cada día del año 2022, en promedio, cinco niñas menores de 15 años dieron a luz. Una situación alarmante e inaceptable. Además, la participación de las mujeres en el mercado laboral sigue siendo baja. La gran mayoría de las jóvenes de entre 15 y 24 años, un 42.1%, para ser precisos, no están empleadas ni están estudiando. En su lugar, están dedicadas principalmente a tareas de cuidado o labores domésticas, sin ninguna remuneración. Estas cifras reflejan las oportunidades perdidas, tanto para miles de niñas y adolescentes como para el país.
A esto se suman las cifras preocupantes recopiladas en las Estadísticas Vitales de Guatemala 2022: diariamente, una mujer muere durante su embarazo, parto o puerperio, debido a causas prevenibles. Además, entre las 948 mujeres que son madres, 109 dan a luz a niños o niñas de bajo peso, 163 tienen menos de 19 años y 535 tienen educación primaria o ninguna educación.
Es fundamental reconocer estas cifras como un llamado urgente a la acción para mejorar las condiciones de las mujeres embarazadas y madres en Guatemala. Trabajar en conjunto es necesario para garantizar que todas las mujeres tengan acceso a una atención médica adecuada durante el embarazo y el parto, así como a programas de educación y apoyo que les permitan cuidar de sí mismas y de sus hijos de manera óptima.
En la reciente 57ª sesión de la Comisión de Población y Desarrollo, celebrada la última semana de este mes de abril, todos los países del mundo, incluyendo Guatemala, renovaron su compromiso con el Programa de Acción de la Conferencia Internacional sobre Población y Desarrollo para garantizar que todas las mujeres, niñas y jóvenes tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial. Asimismo, reconocieron que, para dar una respuesta efectiva a los desafíos pendientes, además de voluntad política es fundamental un financiamiento al desarrollo adecuado y sostenible.
Cualquier inversión destinada a mejorar el futuro de las niñas, mujeres y madres generará resultados positivos que se multiplicarán. Qué mejor manera de celebrar a las madres y el milagro de la vida.
¡Cuando invertimos en mujeres y niñas, todas y todos ganamos!