El tema 1821. Un año crucial para Hispanoamérica fue el objeto de la lección inaugural de la Universidad del Istmo, en Fraijanes, el 9 de febrero de 2021, en forma virtual.

El expositor fue el doctor Manuel Chust, catedrático de Historia Contemporánea de América Latina de la Universidad Jaume I, de Castellón, España. A continuación, un extracto de la exposición.

En 1821, en América acontecieron dos momentos también importantes. Por una parte, una vía pacífica hacia la independencia que se configuró en Nueva España y en Centroamérica. Ya sabemos que se están conmemorando, justamente este mes de febrero, los 200 años del Plan de Iguala, que en agosto se conmemorará el bicentenario de los Tratados de Córdoba y que, finalmente, en septiembre, los 200 años de la Declaración de Independencia.

Concretamente el 15 de septiembre para Guatemala, como bien sabemos. Pero en el caso de Sudamérica fue todo lo contrario. Toda Sudamérica estaba en llamas, en especial los territorios del antiguo virreinato de Nueva Granada, que se desangraba en una cruenta guerra que se había gestado ya desde la década anterior.

Pero este Bienio Decisivo de 1820-1821 no se comprende tampoco sin la revolución en Portugal, en Piamonte, en el Reino de las Dos Sicilias, en la revolución decembrista rusa, en la independencia de Grecia en 1829 del imperio turco, en la independencia de Bélgica en 1831. Pero también por lo que significó, por ejemplo, el discurso del presidente de los Estados Unidos James Monroe en 1823, que acabó con el famoso corolario “América para los americanos”, reinterpretado en el siglo XX de otra forma. Discurso con el que los Estados Unidos pretendía desmarcarse de cualquier injerencia armada de la Santa Alianza. Institución armada que había prometido invadir aquellos estados naciones que se habían declarado independientes y liberales. Amenaza que cumplió en España, Piamonte, el Reino de las Dos Sicilias y en Portugal.

Sin duda, un observador, un ciudadano de principios del siglo XIX pensaría que buena parte del mundo occidental giraba en torno a los valores, la cultura, la ideología, la política del mundo hispano. La potencialidad del mundo hispano o, si quieren, iberoamericano era abrumadora. Otra cosa han sido las interpretaciones históricas que pesan notablemente en la historia contemporánea universal. Hay que reconocer que la interpretación de la historia contemporánea universal del siglo XIX y XX quedó del lado de la interpretación de la academia francesa, norteamericana e inglesa.

La historia fundacional de Guatemala va a cumplir 200 años, no se trata solo de festejar que, dados los tiempos y suspiro, pues seguramente nos vendría muy bien… dados “estos tiempos”, sino de conmemorar, de recordar, de conocer, de valorar, pero, sobre todo, de comprender una importante historia que, al igual que el nombre de esta universidad, ofrece ser un istmo, un eslabón central, neurálgico entre dos grandes y antiguos virreinatos, como fueron el de Nueva España y el del Perú. Una historia Centroamericana, una historia guatemalteca que merece ser visualizada, que debe ponerse en valor, contextualizada, ponderada justamente y que merece ser explicada en toda su complejidad y extensión.

Me parece auténticamente muy importante que esta universidad tenga una comisión de Bicentenario, que vaya a celebrar a finales de febrero de 2021 un gran encuentro internacional de historia de la independencia centroamericana con distintas visiones, con visiones plurales del acontecer histórico. Así como me parece muy importante que en 2021 haya dos congresos de historia centroamericanos, en abril y en agosto.