Rafael Vettorazzi, numismático de profesión, me solicitó escribir el prólogo del libro de su autoría titulado 100 curiosidades numismáticas de Guatemala. Editorial El Punto. Guatemala, 2022. 100 páginas. Acepté la invitación con agrado, porque es una muy original investigación histórica y numismática de Guatemala.

Se han escrito diferentes investigaciones sobre las monedas, los billetes, las medallas y demás piezas guatemaltecas que abarca la disciplina de la numismática.

La particularidad de la investigación de Rafael Vettorazzi es que pretende presentar e ilustrar cien curiosidades numismáticas que, como él dice, forman parte de ese selecto grupo de piezas relativamente difíciles, no imposibles, pero que por su grado de escasez algunos coleccionistas no lograrán incluir en sus muestras.

Cada una de las cien piezas analizadas ocupa una página dentro del libro, de tal manera que junto a la imagen de la pieza seleccionada se encuentra un comentario histórico y descriptivo. El autor tuvo a bien seleccionar la presentación de las piezas en orden cronológico, y tiene como puntos de partida la primera moneda resellada y el inicio de operaciones de la Casa de Moneda de Guatemala en 1733.

Inicia con el Escándalo del Potosí, que fue un evento que afectó la credibilidad y confianza de la moneda española y dañó directamente la economía de las colonias americanas. En el caso de Guatemala, la Capitanía General dio la orden de retirar las monedas de 8 y 4 reales, dejando únicamente los reales de a 2 en circulación. El rey de España ordenó que se destruyera el circulante fraudulento y que el auténtico se resellara con una corona, y se dejara para su uso en los tratos comerciales. A estas piezas se les conoce como moclones, y se pueden considerar como las primeras monedas guatemaltecas. Lo anterior es un ejemplo de cómo el autor da a conocer los detalles que rodean a las cien piezas seleccionadas.

Otras piezas de interés son la Medalla de la Independencia de 1821, y la que ordenó Gabino Gaínza cuando Guatemala fue anexada a México, moneda que llevaba como parte del diseño el busto del nuevo monarca Agustín de Iturbide y el águila sobre un nopal.

Cuando Guatemala fue invadida en 1829 por tropas al mando del general Francisco Morazán, que gobernó provisionalmente el Estado de Guatemala, se ordena a la Casa de Moneda acuñar monedas con valor de 1 real, troqueladas con la leyenda Estado de Guatemala. Esto para hacer efectivo el pago a las tropas invasoras.

Destaca la moneda de 1847, en la época de José Rafael Carrera Turcios, en que se acuñaron las monedas de 8 reales, que tenían un error de ortografía. En 1846 se escribió cresca, en vez de la palabra correcta crezca.

Se refiere a lo que llama hermosas y admiradas piezas de 1 peso de la era conservadora, con el busto en el anverso del general Carrera. En 1872, por primera vez, en el reverso de la moneda de 1 peso se incluye el nuevo escudo nacional de Guatemala. El primer billete fue del Banco Nacional de Guatemala en 1874, institución estatal que solamente trabajó 32 meses.

Con motivo de la llegada del ferrocarril a la capital guatemalteca en 1884, se emitió una medalla conmemorativa en oro. No podía dejar de reproducir una ficha de finca, seleccionando la Finca La Florida en Colomba, Quetzaltenango. También da a conocer un ejemplo de los billetes de los siete bancos privados de emisión, que operaron a finales del siglo XIX hasta la reforma monetaria y bancaria de 1923-1926.