HAGAMOS LA DIFERENCIA

Ataques en escuelas

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Los sucesos escolares trágicos, en otros países, son diseminados por internet, los medios sociales se encargan de hacerlos virales. En Estados Unidos han ocurrido varios ataques mortales en escuelas y en universidades, como el ocurrido en la Preparatoria de Columbine, Colorado, donde dos estudiantes del último año asesinaron a 12 compañeros y a un profesor e hirieron a 21. El tiroteo fue planeado y fue utilizada una bomba incendiaria para distraer a los bomberos, así como artefactos explosivos y autos bomba. Posteriormente, ambos se suicidaron. En México, en enero del 2017, un menor de 15 años atacó a sus compañeros en el Colegio Americano del Noreste, de nivel secundaria, en Monterrey. Allí dejó gravemente heridos a cinco compañeros, y se suicidó. Este episodio reabrió en México el debate sobre el control de armas en las escuelas, por lo que se creó el programa Mochila segura.

Los jóvenes, al observar este tipo de acontecimientos en internet, sobre todo porque por la malicia innata en el ser humano, se convierten en fenómenos virales en las redes sociales, se sienten tentados a emularlos, ya que los ejemplos negativos tienden a replicarse. Un ejemplo se dio esta semana en Guatemala: ocurrió un incidente en el Colegio Solalto, en Entrevalles km. 16.8, Carretera a El Salvador, un menor de edad estudiante de quinto bachillerato ingresó un arma y la accionó. El disparo afortunadamente fue hacia el suelo. El joven, aparentemente, sufría acoso de sus compañeros y esto motivó que decidiera portar y accionar el arma. Por fortuna no pasó a más.

Este incidente es una alerta para el Sistema Educativo del País. Es importante tomar las precauciones del caso para evitar eventos de este tipo en escuelas y/o universidades, y que no ocurra lo sucedido en el Hogar Seguro Virgen de la Asunción, donde murieron 40 niñas calcinadas, pese a la serie de antecedentes denunciados. En las escuelas, el acoso se ha incrementado, mayormente en centros públicos, pero también en los privados, y ha provocado que algunos escolares se sientan desesperados, lo que los lleva a cometer imprudencias como la ocurrida en el Colegio Solalto. Los centros escolares deben tomar medidas de seguridad adicionales a las que anunció el ministro, proveer ayuda psicológica a los estudiantes, estar alerta a los detalles mínimos que puedan evidenciar problemas estudiantiles, mantener comunicación con padres de familia y, de ser posible, implementar tecnología de seguridad.

Es importante que los padres de familia mantengan comunicación estrecha con los niños y jóvenes, para que estos puedan expresar sus sentimientos, sus problemas y sus inquietudes respecto del entorno de estudios, para prevenir. Los padres de familia que tengan armas en sus casas deben custodiarlas, para evitar que caigan en manos de sus hijos.

Esperamos que el problema ocurrido en este colegio ayude a prevenir eventos que tengamos que lamentar, y no actuar cuando los hechos ya ocurrieron y hayan cobrado vidas humanas, pues “es triste llorar sobre la leche derramada”, que en este caso podría ser sangre humana. Los centros educativos en Guatemala deberían tener una política de cero tolerancia al acoso escolar, y animar a los estudiantes a ser atalayas de ese flagelo al individuo, pues pueden desatar consecuencias tristes para todos, ya que alguien acorralado siente que no encuentra la salida y toma medidas desesperadas.

samreygo@yahoo.com

ESCRITO POR:

Samuel Reyes Gómez

Doctor en Ciencias de la Investigación. Ingeniero agrónomo. Perito agrónomo. Docente universitario. Especialista en análisis de datos, proyectos, educación digital. Cristiano evangélico.

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