MACROSCOPIO

Así se lavan un poco la cara

Desde hace muchos años hemos visto cómo se han perdido préstamos, donaciones y otras figuras financieras que deben pasar por el Congreso, y sencillamente se pierden porque no las quieren aprobar, pues son instrumentos financieros supervisados, en los que no pueden meter mano para hacer obras en sus distritos, en contubernio con alcaldes, gobernadores y contratistas de dudosa reputación. Ahora nos enteramos de uno de estos casos. En un proceso que se extiende por más de siete años, el Instituto de Fomento municipal (Infom) ha recibido del Banco Interamericano de Desarrollo (BID) un préstamo por US$50 millones, y ha recibido de la Agencia Española de Cooperación Internacional para el Desarrollo (AECID) una donación por otros US$50 millones para financiar el “Programa de Agua Potable y Saneamiento para el Desarrollo Humano, Fase I” (contrato de préstamo BID 2242/BL-GU y Convenio GRT/WS-11905-GU. Sí, leyeron bien. El proceso lleva siete años y no hay modo que se apruebe debido a la pésima gestión y administración del seguimiento en forma transparente.

En estos momentos, la parte correspondiente al préstamo se encuentra en el Congreso de la República para que pueda continuar. Los señores diputados deben saber que para mejorar la transparencia en el manejo de los fondos se ha realizado un convenio entre Inform (agencia ejecutora) y Unops (oficina de apoyo de las Naciones Unidas), para que sea esta agencia la que realice las cotizaciones de los proyectos en forma eficiente y transparente. Si el congreso no vota por mayoría calificada, ¿“se perderán” irremediablemente los recursos del préstamo y, en consecuencia, de la donación. Esto es grave, ya que Guatemala no cumplió con las metas del milenio de las Naciones Unidas para agua y saneamiento. Es grave también porque se pierde la donación de Aecid.

Pero más grave aún para el rescate del contaminado Lago de Atitlán, ya que la cooperación española autorizó el financiamiento no reembolsable, para desarrollar el “Plan maestro para el manejo de aguas residuales de la cuenca del Lago de Atitlán” (evento No. SP 02-2014 GRT/WS 11905-GU). Los términos de referencia para contratar este plan maestro fueron presentados tres veces para no-objeción del BID (y sigue sin respuesta), la primera, el 8 de agosto del 2014.

La donación del gobierno español, por medio de Aecid, debía ser devuelta, por mínima ejecución, en noviembre del 2015. Gracias a la gestión del gobierno de transición del presidente Maldonado y vicepresidente Fuentes Soria se logró una extensión de la donación española, que vence al final del mes en curso.

Es sumamente importante que el Congreso de la República emita la resolución que haga posible el uso adecuado y transparente de estos fondos, que son para servir a toda la República en sistemas de agua y saneamiento. Y esto, a su vez, permitirá contar con los estudios de ingeniería, consensos comunitarios y presupuesto para orientar la construcción de un sistema integral para el tratamiento de las aguas residuales, que hoy siguen entrando crudas al Lago de Atitlán, poniendo en riesgo la salud humana, acelerando la contaminación fecal de un icono de valor turístico, cultural y espiritual de la humanidad. En manos de los señores diputados está la vida del Lago de Atitlán. Si este proyecto se lleva a cabo con éxito, vendrán muchas donaciones para el Lago de Amatitlán, para la conservación de bosques, reforestación de cuencas, salud y educación. Pero, lógicamente, los donantes se retirarán al ver la indolencia con que los urgentes programas nacionales son tratados.

Hagan los necesario y así se lavan un poco la cara

induagro@yahoo.com

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