VENTANA

“Angels for the Abuelos”

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No todo es oscuridad, violencia y  corrupción en Guatemala. También  hay mucha luz esperanzadora que proviene de   personas que son  un ejemplo por su  integridad y  compasión. “Ellas  demuestran que en la vida podemos  elegir un camino con corazón”,  recordó el Clarinero. La historia que hoy les cuento  empezó a escribirse con Atilio Bonilla y su mamá doña Mery.  Su  amor por los ancianos abandonados inspiraron a Dan Jessee y a su esposa,  Ma. Renee Jessee, a seguir sus pasos y este año  fundaron el hogar Angels for the Abuelos.  El primer capítulo de esta historia  ocurrió hace 25 años,  cuando una persona le dijo a Atilio que alguien  lloraba en el basurero que se encuentra  debajo del puente El Incienso. Atilio bajó y  encontró a un anciano en  condiciones deplorables. Lo habían dejado allí  tirado  para que se muriera. Atilio se lo llevó a su casa, lo bañó,  lo rasuró, le dio de comer y lo adoptó. Al poco tiempo lo llamaron de nuevo para decirle   que había  otro anciano abandonado en el mismo lugar.  En pocos meses  Atilio y  doña Mery tenían en su casa  a cuatro ancianitos.

"“Nuestra misión es ofrecerles una vida digna a los ancianos abandonados”, dijo Ma. Renee Jessee".

Para atenderlos mejor alquilaron una casita en Villanueva y fue así como establecieron el Asilo San José de Villanueva, que sigue funcionando hasta el día de hoy. Cuando la gente supo que en ese hogar cuidaban adultos mayores, empezaron a dejarlos en la puerta. De cuatro ancianos la cifra subió a 32. ¿Cómo es posible que esto ocurra? La mitad de la población chapina vive en condiciones de pobreza y, sumado a esto, el Estado no ha creado hogares para acogerlos y apoyarlos.

“Nuestra misión es ofrecerles una vida digna”, me dijeron Renee y Dan. Esta pareja de gran calidad humana, ella es guatemalteca y él estadounidense, y un grupo de amigos construyeron el hogar en el km 8.5, aldea El Guayabo, Iztapa. El nombre, Angels for the Abuelos se debe a que están convencidos de que existen ángeles, personas siempre dispuestas a apoyar causas humanitarias como Atilio, quien preside la junta directiva de este nuevo asilo y vela por su funcionamiento. El hogar fue diseñado para alojar a diez hombres y diez mujeres. Consta de dos áreas de dormitorios con baños adecuados a las necesidades de los ancianos. También comprende una cocina amplia, comedor y sala para ver televisión. En el centro de un jardín espectacular que fue diseñado por un experto en jardinería y paisaje, otro ángel, se encuentra un hermoso rancho con una sala para descansar. El requisito básico para acoger a un anciano es que no tenga a nadie que vele por él. Dos abuelos ya viven en este paraíso. María Cándida López Morataya, de 81 años, es viuda y sin hijos. Una familia de la aldea El Jovo, de Taxisco, Santa Rosa, la acogió por tres meses, pero ya no pudo mantenerla. Fue diagnosticada con Alzheimer. La encontraron con desnutrición, deshidratada y llagas en los pies. Se ha recuperado increíblemente. Ya camina, come y se muestra muy feliz. El otro ancianito se llama Gilberto García, tiene 89 años. Fue un hombre muy trabajador que vivía con un sobrino que ya no lo pudo atender. Su único hijo murió. El grado de desnutrición era mayor. No podía hablar ni abrir los ojos. El médico le diagnosticó pocos días de vida, sin embargo, han pasado dos meses y va en ¡franca mejoría! Así como el ejemplo de Atilio y doña Mery inspiraron a los señores Jesse a hacer lo mismo en Iztapa, yo tengo la ilusión de encontrar más ángeles de abuelos que abran nuevos hogares para acoger ancianos que tanto lo necesitan en otros municipios de Guatemala. Para más información llamar a Atilio Bonilla por el teléfono: 58952612. Si desean hacerles una donación depositen en la cuenta: Angels for the Abuelos, número 3355051668 de Banrural.

clarinerormr@hotmail.com

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