El documento señala a la señora Torres como “a la izquierda de su esposo”, “ser la administradora más capaz del gobierno” y la califica de “ruda” en sus relaciones con sus subalternos y los ministros; afirma la prohibición legal constitucional de su candidatura, que necesita de una Corte Constitucional “simpatizante con el gobierno”, y señala su posible decisión de no aspirar a la Presidencia si no obtiene el apoyo popular en las encuestas, para quedar “como poder tras el trono”.

Respecto del campo administrativo, la señora de Torres “es de lejos el mejor administrador del gobierno, aunque no de manera transparente”. Agrega que causa desconfianza su “círculo íntimo” de ex guerrilleros como Orlando Blanco y Jorge Ismael Soto, “Pablo Monsanto, estrechamente relacionado con la planificación del asesinato del embajador John Gordon Mein en 1968”. Y en cuanto a su matrimonio, menciona que la “ceremonia maya” celebrada en Cuba se realizó 10 meses antes de su divorcio legal, en el 2002, del primer esposo, Augusto de León, con quien tiene cuatro hijos.

En referencia a declaraciones del presidente Colom, el documento señala cuando dijo públicamente que su esposa “sería una primera dama como ninguna otra”, y que en Guatemala “la violencia y la impunidad pueden ser resueltas con la continuidad de tener el mismo partido en el poder durante dos o tres períodos presidenciales.”

Poco se puede comentar del documento, en realidad. Demuestra que un país de la importancia de Estados Unidos para Guatemala tiene claro el panorama político actual, porque agrega, además, la situación “del general derechista Otto Pérez,” “del pastor evangélico Harold Caballeros” y del “diputado populista de centro izquierda Manuel Baldizón”. Pero, sin duda, la figura central es Sandra Torres.

El informe diplomático, calificado de “confidencial”, comprueba la preocupación existente en países importantes para Guatemala porque la Constitución se vea vulnerada por la participación de candidaturas ilegales, y que la Corte de Constitucionalidad no cumpla con su deber. La reacción oficial no puede ser de rechazo ni de intentar una defensa de los comentarios. Todos están basados en hechos públicos y conocidos.

El beneficio de la revelación de estos wikileaks llega directamente al sistema político nacional, en especial al presidente Colom, quien no puede darse el lujo de ver hacia otro lado. El deseo de su esposa de ser candidata no es posible realizarlo de manera legal. Y lo haría sufrir la inapelable y eterna condena de la historia latinoamericana.