La banda está integrada por personas particulares y policías. A los civiles se les imputan los delitos de asociación ilícita y asesinato, mientras que los agentes policiales son señalados de ejecución extrajudicial.
Entre los sindicados están los agentes Geovanny Castro de la Cruz, quien prestaba su servicio en la comisaría de Petén; Érick Roberto Trigueros Carrillo, asignado a la comisaría de Jalapa; y Carlos Enrique Archila Sánchez, de servicio en la Unidad de Policía Binacional.
Los otros miembros de la banda son Alexánder Oswaldo Díaz Martínez, Rony Estuardo Melgar Velásquez, Rozo Rogelio Gil Quezada y Edgar Estuardo Fernández Marroquín, todos sindicados de asesinato y asociación ilícita.
Otros cuatro integrantes fueron capturados en el 2013, dos de ellos eran agentes policiales.
La banda operó desde 2008 en los departamentos de Guatemala, Escuintla, El Progreso y Baja Verapaz.
Como parte de las pesquisas de la banda Sierra Ovando se realizaron cuatro días de excavación en La Ceibilla, Agua de las Minas, Amatitlán donde fueron localizados dos automotores enterrados.
Según la investigación, las personas que se desplazaban en esos carros fueron reportadas desaparecidas.
Con información de Jerson Ramos