Agregó que “no tenemos memoria histórica, fácilmente nos olvidamos de todo lo pasado” y dijo que “no es un secreto la vida de él, lo que hizo, reconoció que había robado y entonces el pueblo tiene que ver todo eso”.
Expresó que si se le quiere a una persona se le puede ir a recibir y hacerle fiesta pero “no hay que tratar de imponerla en el gobierno de nuestra Guatemala”.
El Arzobispo brindó declaraciones a periodistas de varios medios de comunicación luego de oficiar la misa del Primer Domingo de Cuaresma en la Catedral Metropolitana.
Insistió en que se debe recordar el pasado además de no dejarse llevar por el populismo al comentar que si en la actualidad se exige que haya gobernantes “limpios y probos, tenemos que hacer todo lo posible también por discernir un poco y no dejarnos llevar solamente del populismo”.
“Guatemala tiene que cambiar no puede quedar así como esta, siempre igual, nunca nos levantamos y tenemos que luchar por los que viven en Guatemala en la pobreza y la miseria” y pidió no solo concentrarse solo en la capital sino ponerle atención a Petén, Alta Verapaz, San Marcos y otros lugares donde hay pobreza.
“Es ahí donde necesitamos el trabajo de nuestros gobernantes, y no podemos estar todavía con aquello de a ver si voy a llegar al gobierno para robar, para quitarle al pueblo lo que necesita”
El Tribunal Supremo Electoral (TSE) está próximo a convocar a las elecciones generales en el país.
Además se ha anunciado la llegada del exmandatario Portillo el próximo 25 de febrero, luego de cumplir una pena de cárcel en Estados Unidos acusado de desviar fondos brindados por el Gobierno de Taiwán. Hasta ahora varios partidos y políticos han mencionado que Portillo los apoyará en este proceso electoral.
El pasado 13 de febrero la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) criticó la falta de concordancia entre el discurso y lo que en realidad hacen los actores públicos del país, especialmente los políticos y consideró que hace falta ética en todos los ámbitos de acción.
Los prelados se reunieron entre el 9 y el 13 de febrero en su asamblea plenaria anual, donde analizaron la situación del país. En un comunicado de prensa, indicaron que entre las situaciones preocupantes y que se han agravado se cuentan “la corrupción generalizada, la violencia desenfrenada y deshumanizante, la baja calidad de la educación y la crisis en el sistema de salud”.
Además, se refirieron a “la lenta y selectiva administración de la justicia, la política partidista que busca más sus intereses particulares que el interés general, la dificultad para generar empleos, la migración y el hambre”.
Con información de Manuel Hernández