Pero “el tigre bautizado Amur no quiso comerse a la cabra Timur porque ésta se mostró muy valiente y no sabía que debía tener miedo de un tigre”, según el texto.
Por su parte, la cabra tomó al carnívoro “por su jefe y le sigue por todas partes”, pasando incluso varios días en el refugio construido para Amur sin que “ninguna agresión se haya constatado” por parte del tigre.
Todos los días, “estos amigos inseparables se pasean juntos” en el parque, se alegró el director del establecimiento Dimitri Mezentsev, que publica habitualmente fotos y vídeos en internet de la vida cotidiana de los dos animales.
They Threw This Goat In A Tiger's Den To Be Food — But What Happened Is So Awesome. Th https://t.co/O22pi8de6D… pic.twitter.com/DWuqmrabc1
— Brad Michaelson (@brad_michaelson) December 3, 2015
Amur, de tres años, camina siempre el primero, de manera majestuosa, durante estos paseos a través del bosque y sobre la abundante nieve del recinto, mientras Timur lo sigue paso a paso, bajo la mirada envidiosa de los otros tigres que viven en otro apartado separado por las vallas.
Cuando hacen un descanso, el tigre y la cabra se tumban en la nieve uno junto a otro y durante largo rato se miran o contemplan el paisaje.
“Es una situación extraordinaria, increíble, fenomenal… ¡es de verdad! ¡son amigos y son felices juntos!”, destacó Mezentsev.