El diario Haaretz describe que el menor fue retenido en el vehículo de la brigada policial durante varias horas y después trasladado a una comisaría, tiempo durante el que también fue interrogado.
Durante el suceso los padres no pudieron hablar con el niño, al que sólo tuvieron acceso en el momento de su liberación, que se produjo bien entrada la madrugada.
“El chico estaba lanzando piedras a un autobús en Jerusalén. Fue pillado en la escena por unidades policiales.
Llevado a la comisaría. Sus padres fueron llamados a la misma. (Después) fue liberado por su edad y los servicios sociales estaban informados del incidente en el que estaba involucrado”, expuso a Efe el portavoz de la institución, Micky Rosenfeld.
La ley israelí establece en los 12 años el inicio de la responsabilidad criminal y no permite que los menores de esta edad sean arrestados o detenidos.