“Todo sucedió muy rápido”, dijo la señora Woytack a los medios.
El encargado del cementerio Ed Kubilus vio a la pareja visitar la tumba, y los conocía bien, según cita el diario.
Al llamado de auxilio Kubilus acudió, el hombre trató de levantar el bloque de granito que pesa más de 130 kilogramos unas 236 libras, pero no pudo. La policía y los paramédicos llegaron minutos después, pero para entonces ya era demasiado tarde.
Cada año los estadounidenses acuden a los cementerios para visitar a sus fallecidos antes de la Semana Santa.