Con apenas 22 años Lucy ya perdió fluidez en su voz. Y sabe que ese es un proceso que solo puede ir a peor.
BBC NEWS MUNDO
La joven que almacena su voz (y su risa) para cuando ya no pueda hablar
Lucy Lintott es la paciente más joven de Escocia con enfermedad de la motoneurona, el mismo mal degenerativo que tiene el célebre físico británico Stephen Hawking.
“Afortunadamente existe este lugar llamado Voicebank, en el que pueden utilizar mi propia voz para hacer una sintética”, le dijo a la BBC.
Lucy está participando en un pionero proyecto de investigación de la Universidad de Edimburgo, llamado Speak:Unique, con el que esperan crear voces sintéticas personalizadas para el futuro. Lucy no había notado cambios en en su manera de hablar, pero sus padres sí.
“Van a mezclar la voz de mi hermana con la mía, porque dicen que balbuceo un poco”, dijo Lintott.
“Cuanto más cansada estoy, peor hablo”, admite.
Cómo funciona
“Podemos crear una voz con solo 20 minutos de grabación”, dice la doctora Philippa Rewaj, logopeda de la Clínica de Neurología Regenerativa Anne Rowling, donde se graban las voces para el banco.
Las arcas de este almacén sonoro contienen las voces de pacientes y donantes de voz.
“Idealmente grabamos la voz de una persona antes de que su locución se vea afectada”.
“Le pedimos a la gente que lea en alto idealmente unas 400 frases, algo que toma aproximadamente una hora, y las grabamos en una sala silenciosa o insonorizada para conseguir la mejor calidad posible”.
La BBC acompañó a Lucy Lintott durante ese proceso, en el que leyó en inglés frases como “por favor llama a Stella”, o “pídele que traiga estas cosas de la tienda”.
Estas frases en inglés están diseñadas para capturar todos los sonidos posibles del idioma.
Después esas grabaciones se almacenan para ser convertidas en una voz sintética que pueda ser “descargada” a un aparato de comunicación cuando el paciente lo necesite.
Donantes para crear y reparar voces
Utilizando un software diseñado por científicos especialistas en locución, se analizan automáticamente todos los parámetros que hacen que una voz sea única y se reproduce sintéticamente en un proceso de “clonación”.
Además esa voz se combina con la de otros donantes de voz sanos que tienen los mismos parámetros, y comparten características como la edad, el género y el acento, para crear un “modelo de voz media”, que actúa como base de la voz sintética personalizada.
Si el paciente ya tiene cierto deterioro en la voz en el momento de grabar, los científicos pueden “repararla” mediante ese proceso de síntesis, dándole más peso al sonido combinado de los donantes.
Hasta ahora el banco ya grabó las voces de unos 1.200 individuos sanos en Escocia, y sigue buscando donantes. Por ahora el proyecto está refinando la tecnología para la creación de voces sintéticas y no acepta pacientes nuevos.
Otros “bancos de voz”
Según la doctora Rewaj, el servicio que están creando es muy importante para los pacientes con enfermedades degenerativas, como la esclerosis múltiple, porque la voz forma parte de la identidad de la persona y cuando las personas pierden la capacidad de comunicarse se aíslan.
La logopeda dice que la mayoría de las voces que vienen instaladas en los aparatos de ayuda a la comunicación son muy genéricas y no reflejan la personalidad del individuo, y eso, asegura, incide en el abandono de esos recursos.
Existen ya en el mercado algunos productos comerciales, como ModelTalker, Acapela y Cereproc, que también ofrecen servicios de síntesis de voz personalizada, pero sus productos se centran en inglés.
Normalmente los usuarios deben grabar sus propias voces en su computadora y enviarlas, en un proceso que puede durar unas seis horas distribuidas en varios días.
Pero estos servicios comerciales no pueden “reparar” la voz, como están tratando de hacer los investigadores escoceses.