El vocero policial explicó que el manejo de las armas en la institución se lleva con un libro de control, el cual deben firmar los agentes al recibir y entregar su equipo.
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“Todas las armas de la PNC ingresan y egresan mediante un libro que hay en las armerías de las unidades. Todo queda registrado en las actas”, añadió.
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Armas extraviadas
- Tres fusiles AK-47
- Un fusil Micro Tavor
Así son las armas que la PNC busca
Militares capturados con armas ilegales
El 14 de octubre del 2017, la PNC capturó a dos efectivos del Ejército de Guatemala por conducir en estado de ebriedad y portar de manera ilegal armas de fuego.
Mediante un comunicado, el Ejército explicó que el especialista Óscar Aníbal Alvarado Godínez y el soldado Miguel Ángel González Ixcotoyac fueron aprehendidos en la ciudad de Cobán, Alta Verapaz.
Alvarado y Godínez se conducían en un vehículo oficial en estado de ebriedad y portaban consigo dos pistolas y un fusil de asalto, por lo que la Policía Nacional Civil procedió a detenerlos.
Guatemala incrementó su milicia un 57 por ciento en seis años, al pasar de 14 mil193 miembros en 2008 a 22 mil 326 en 2014, de acuerdo con el informe centroamericano Estado de la Región.
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¿Quién abastece de armas a los pandilleros?
El origen de las armas de fuego ilegales en Guatemala y otras partes del continente es el tráfico de drogas, según información de inteligencia de la Policía Nacional Civil (PNC) revelada en el 2017, pues los carteles de la droga han tomado como moneda de pago la entrega de arsenales.
La información detalla que, a diferencia de las rutas de la cocaína, que van de Colombia hacia Estados Unidos, las armas ilegales viajan desde el norte hacia el sur, pero no llegan estrictamente a los lugares de donde salió la droga.
En promedio, autoridades decomisan a los delincuentes 13 armas cada día, entre las cuales se encuentran pistolas, revólveres, escopetas, fusiles, ametralladoras y subametralladoras, además de la detención de las personas que de manera ilegal portan el armamento.
Un investigador que pidió no ser citado afirmó que durante el recorrido de las armas de fuego alguna cantidad se va quedando en México, Guatemala, Honduras y otros países, pues para los grupos de narcotraficantes que las reciben significan no solo ampliar su poder, por contar con medios para defenderse y atacar, sino también la posibilidad de recuperar parte del dinero que invierten en la compra de cargamentos de cocaína.
“Mientras que un narco obtiene una pistola, por ejemplo, a un costo de Q3 mil, en relación con la droga que transporta y entrega, puede vender esa arma en Q5 mil. Con eso recuperó su inversión y ganó otros Q2 mil. Lo mismo pasa con fusiles, granadas y otros tipos de armas. Siempre hay ganancias”, aseguró.
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