“Está muy bonito el traje. Con Víctor Ayala —Papá Noel del 2015— tenemos casi las mismas tallas”, dijo con un tono de total admiración, al tiempo de que los recuerdos y la ilusión de aquel niño que esperaba con ansias la Navidad en su natal San Luis Jilotepeque, Jalapa, inundaban su mente.
“Siempre quemé cohetes. Era muy atrevido. Los canchinflines eran de mis favoritos, al igual que los chiltepitos. Mi mamá siempre me regañaba porque arruinaba mis estrenos. En la casa de mis abuelos —Eva y Ezequiel— sigo siendo el encargado de quemar una larga ametralladora a las 12 de la noche”, asegura un tanto nostálgico el hijo de María Patricia Samayoa y de Carlos Alberto Pinto.
“¿Quién es él?”, aprovecha para preguntar con una voz cargada de timidez el pequeño lustrador Émerson Ajcabal, quien no deja de observar con asombro la forma en que José Carlos se transformaba en uno de los iconos más representativos de las fiestas decembrinas.
“Acaso no me reconocés…, pero te doy la razón porque todavía no soy muy famoso”, le responde entre sonrisas al originario de Totonicapán el zaguero de 23 años. “Tomémonos unas fotos mejor. ¿Te parece?”, prosigue el exjugador de Malacateco.
El limpiabotas, quien por su trabajo siempre recorre la Plaza de El Obelisco de la zona 10, aceptó de forma rápida la propuesta del futbolista que debutó en la Primera División, a los 16 años, con Sacachispas.
“Recién acabo de jugar la final con Antigua GFC”, le indicó Pinto, ya con su traje rojo, al pequeño que reside en La Terminal de la zona 4.
“Ahora ya te ubiqué. Eres muy amable”, fueron las palabras que le pronunció Émerson al zaguero que en la final del futbol guatemalteco tuvo la tarea de anular al letal tridente ofensivo de Municipal —Kamiani Félix, Danilo Guerra y Gastón Puerari—.
“Fue complicado, pero al final de cuenta nos pudimos sobreponer”, señala el caudillo de Mauricio Tapia, al tiempo que el viento sopla con fuerza para descomponerle su nueva barba blanca.
Regocijo
Mientras el intrépido Emerson se pierde en la plaza, Pinto acepta boyante que por segunda vez consecutiva pasara las fiestas de fin de año con una grata satisfacción.
“Hace un año celebré mi primer campeonato con Antigua GFC y hace algunos días el segundo. Estoy más que feliz”, confiesa el líder de la defensa de los coloniales.
José Carlos, quien en la mayoría de partidos de los coloniales salía con la camisola 99 de Hessler Archila para solidarizarse con los duros momentos que ha ido experimentado su gran amigo —dos operaciones de rodillas en menos de dos años—, señala sentirse agradecido con el futbol, después de haber sufrido en carne propia tres derrotas consecutivas con los rojos en las finales del Clausura 2014, Apertura 2014 y Clausura 2015.
“Con Municipal pasé dos navidades tristes. Fue algo muy doloroso observar cómo Comunicaciones se coronó tetra, penta y hexa. Sin embargo, en Antigua GFC he celebrado dos coronas en un año. Ha sido algo positivo”, comenta desde una cómoda banca verde, el color que lo ha hecho feliz en los tres torneos cortos que ha participado con los coloniales.
En familia
Pinto, quien debutó con la Bicolor en el amistoso contra Armenia —28-5-16—, de la mano del seleccionador Wálter Claverí, siempre ha cultivado en su corazón que la mejor forma de disfrutar el fin de año es hacerlo al lado de la familia.
“Es una tradición en mi familia que todos nos reunamos para compartir. Después de las 12 comemos el tradicional chompipe de la abuela y los respectivos tamales. Nos la pasamos muy bien”, indica al momento que sus ojos toman más brillo.
“Para estas fechas rompo la dieta y soy de los que siempre se repite. Mi mamá, mis tías y mi abuela cocinan muy rico”, agrega el futbolista que debutó en Liga Nacional bajo la dirección del técnico argentino Héctor Julián Trujillo.
dijo José Carlos Pinto, defensor de Antigua GFC.
Aunque José Carlos afirma que el domingo 18 de diciembre recibió por parte de los coloniales el mejor regalo navideño, una de las cosas que más disfrutará hoy es caminar por las calles pavimentadas de su natal San Luis Jilotepeque, Jalapa.
“Se siente bien sentir el calor de mi gente. Ellos siempre me han apoyado en los buenos y en los malos momentos. Me encanta que gocen de las fiestas en familia”, admite quien identificó que el futbol era su gran pasión cuando integró la selección escolar de futbol de Jalapa.
“En mi pueblo siempre jugábamos con los amigos en una cancha de papi futbol de concreto. Luego en la escuela integré la selección y desde allí comenzó todo. Después me tocó representar a Jalapa en los Juegos Deportivos Escolares”, señala todavía con una voz llena de ilusión.
El defensor que también militó en San Pedro de la Primera División tiene claro que solo a base de trabajo podrá cumplir sus agresivas metas.
“Soy de la personas a las que le gusta mejorar y superar los logros obtenidos. Tengo el sueño de jugar en el extranjero y de consagrarme en la Selección Nacional”, enfatiza el enamorado de Santa Lucía Milpas Altas, Sacatepéquez, en donde reside por la cercanía con Antigua Guatemala.
“Deseo de todo corazón que las fiestas de fin de año las disfruten en familia, porque al final de cuentas son los que siempre están con uno en cualquier momento. Celebrar con ellos es lo mejor”, pronuncia el Santa Claus de Tododeportes 2016.
