Varios canales de televisión difundieron imágenes del momento en que Fernández, de 75 años, tomaba la pierna a Guzmán en un acto público la semana pasada. La periodista se incomodó y retiró la mano de Fernández. Las imágenes circularon por redes sociales cargadas de críticas e insultos contra Fernández.
Activistas, organizaciones de prensa, el Defensor del Pueblo y legisladoras reclamaron un proceso ante reiteradas excentricidades del alcalde.
En 2012 el alcalde protagonizó un episodio similar cuando le tocó las nalgas a una legisladora en una ceremonia, dos años antes, besó en contra de su voluntad a una joven trabajadora durante la visita a unas obras. En otras ocasiones insultó a periodistas.
En otra oportunidad el alcalde beso a la fuerza
“Fue como un baldazo de agua fría, hasta los compañeros de mi hijo del primero básico se enteraron de este asunto y mi hija adolescente soportó preguntas incómodas en su colegio. Fue una vergüenza para la familia”, contó Marco Antonio Espíndola, esposo de Guzmán.
Espíndola dijo que se reunió con el burgomaestre para reclamarle una disculpa pública, de lo contrario presentaría una querella.
Fernández fue varias veces alcalde de Santa Cruz, ciudad con más de un millón de habitantes, y es uno de los pocos políticos tradicionales que se mantienen activos.
Pasó por varios partidos y sus adversarios dicen que se arrimó a Evo Morales, quien lo calificó en febrero pasado de “mejor alcalde”. Morales apoya la gestión de Fernández con obras, lo que ha permitido al mandatario ganar adeptos en un bastión de la oposición.
Pero Fernández quizá no eluda a la justicia.
La diputada opositora Marcela Revollo presentó el lunes una denuncia ante la fiscalía en La Paz por “abuso deshonesto, violencia sexual y discriminación” en contra del alcalde, delitos que tienen penas de uno a cuatro años de cárcel.