En realidad, explicó la ministra, el propietario del terreno en el cual se realizó la cacería no tenía derecho a proponer matar al león en ese lugar, puesto que no le había sido atribuido ninguna cuota de caza.
Palmer, que seguía a su guía, ignoraba en qué lugar se encontraba exactamente cuando disparó con su arco una flecha contra Cecil. Pero el dentista estadounidense había pagado de manera legal unos US$55 mil por el permiso de caza y el safari.
“¿Cómo podríamos enjuiciarlo?, preguntó Muchinguri, añadiendo: “El problema es ahora interno (de Zimbabue) . Vamos a revisar nuestra política de atribución de cuotas (de caza)”.
De esta manera, quien quedaría ahora en la mira de la justicia es el organizador del safari, el cazador profesional zimbabuense Theo Bronkhorst.
Éste debe comparecer nuevamente el 15 de octubre ante un tribunal, tras postergarse su proceso a fines de septiembre.
La muerte de Cecil, macho dominante del parque Nacional de Hwange, famoso por su melena negra, provocó protestas en todo el mundo de parte de los defensores de los animales.
- En video/archivo vea: “Zimbabue pide la extradición del cazador del león Cecil”. (Youtube/Afpes).
https://www.youtube.com/watch?v=HIjSAnahYI0
El león, de 13 años, portaba un collar con GPS puesto que era seguido en el marco de un programa de estudios científicos.
Cuando se pospuso el juicio, el cazador aseguró que no creía estar haciedo algo “ilegal”, y que su cliente estadounidense era “por completo inocente”.
Bronkhorst se encuentra en régimen de libertad provisional tras haber pagado una fianza de mil dólares.
Después fue acusado de tráfico ilegal de antílopes, causa por la que será juzgado aparte.
Amenazado a través de las redes sociales internautas por defensores de los animales, el dentista Palmer, un rico cazador de “trofeos”, se refugió durante dos meses en silencio, para reaparecer en septiembre en su consultorio en Estados Unidos.
Entonces, se excusó por la muerte de Cecil y cargó todas las culpas sobre Bronkhorst quien, según él, le había escondido la verdad.