Las víctimas fueron identificadas como las hermanas Doris Alicia Morales Guevara, de 21 años, y Marisol del Carmen Morales Guevara, de 19, además de Franklin Alberto García Cruz, de 30 años, este último era promotor de la unidad de salud de la zona.
Las mujeres fueron asesinadas en el interior de su vivienda. “Al parecer usaron escopeta y armas cortas. Estando en la escena, vino una persona llorando, manifestando que había otro hecho de sangre donde se encontraba un joven fallecido”, dijo a periodistas una oficial de la Policía.
Explicó que al hombre que fue asesinado en el patio de su casa ubicado en la misma zona, “le tocaron la puerta y le dijeron que saliera, el salió, y le dieron varios disparos”.
Según las autoridades las víctimas tenían vínculos con la pandilla Mara Salvatrucha (MS 13) que opera en la zona.
En otro hecho de violencia, tres estudiantes fueron asesinados a balazos por presuntos pandilleros en el caserío Agua Zarca, en el municipio de Olocuilta, departamento de la Paz, a 22 kilómetros al sureste de la capital.
Las víctimas fueron identificadas como los hermanos Brandon Arístides Mejía Comayagua, de 16 años, y Alfredo Alexander Mejía Comayagua, de 15 años, así como César Adonay Chávez, de 15, quienes fueron atacados con armas de fuego cuando se bañaban en un río.
Las autoridades dijeron que los jóvenes no estaban perfilados como pandilleros y que eran estudiantes del octavo y noveno grado, del centro escolar de la zona.
Según las autoridades las maras o pandillas que tienen presencia en barrios populares y en zonas rurales, están involucradas en la mayoría de los crímenes que se cometen en el país. Se estima que más de 70 mil jóvenes y adultos están integrados en las pandillas y que unos 10 mil entre ellos sus cabecillas, están en las cárceles.
Buscan acuerdo
Mientras, los cabecillas de las pandillas de El Salvador enviaron una carta al ministro de Justicia y Seguridad Pública, Benito Lara y al Consejo de Seguridad Ciudadana, en la que piden se instale el diálogo para buscar la paz.
Paolo Lers, uno de los mediadores de la tregua de pandillas, publicó el miércoles en su blog el manuscrito suscrito por 13 de los cabecillas de la Mara Salvatrucha (MS 13) y de las dos fracciones del Barrio 18, que guardan prisión en una cárcel de máxima seguridad, en la que plantean su propuesta al gobierno del presidente Salvador Sánchez Cerén y al Consejo de Seguridad Ciudadana, integrado por representantes de la empresa privada, diferentes iglesias, municipalidades, partidos políticos y la Fiscalía General de la República.
“Hacemos un llamado a ustedes a darle oportunidad a la nación salvadoreña a desarrollarse en un ambiente más pacífico y establecer los mecanismos que puedan permitirnos a ambos establecer acuerdos para alcanzar la tan anhelada paz a través del diálogo; quedando por sobrentendido que en ningún momento buscamos negociar nada con nadie, ya que estamos claros de nuestra condición”, expresan.
Las pandillas acordaron una tregua en marzo del 2012 y los homicidios bajaron hasta cinco por día. Desde que la tregua se rompió en septiembre del 2013, los homicidios han aumentado y junio cerró con un promedio de hasta 22 al día.
El gobierno del presidente Mauricio Funes (2009-2014), nunca aceptó haber negociado, pero reconoció que había actuado como facilitador del acuerdo entre pandillas y dijo que no les prometió nada.
No obstante, el hecho es que algunos líderes de las pandillas fueron trasladados de la cárcel de máxima seguridad conocida como Zacatraz, a prisiones en las que sus condiciones de vida mejoraron.
En lo que va del año las pandillas han buscado sentarse a dialogar, pero el presidente Sánchez Cerén les ha cerrado toda posibilidad, les advirtió que cumplirá con su mandato de aplicar la ley, y regresó a Zacatraz a los cabecillas de las pandillas, donde supuestamente pierden todos los beneficios penitenciarios y no tienen comunicación con el exterior.
El vicepresidente de la República, Oscar Ortiz que reconoció la existencia de la carta, reiteró que “no se puede negociar con grupos criminales”.
En El Salvador, considerado uno de los países más violentos del mundo, los pandilleros están involucrados en la mayoría de los crímenes que se cometen en el país. Estados Unidos declaró a la Mara Salvatrucha una organización criminal transnacional.