Ecuador vivió una jornada de terror el martes 9 de enero que dejó al menos ocho muertos. Uno de los actos más violentos fue la toma de un canal de televisión por parte de un grupo fuertemente armado en Guayaquil.
Automóviles incendiados, amenazas a universidades, instituciones del Estado y comercios, mantuvieron un ambiente hostil y de máxima alerta.
Los incidentes ocurrieron tras la fuga de José Adolfo Macías, alias ‘Fito’, líder de ‘los Choneros’, una de las bandas criminales más peligrosas del país con presuntos nexos con cárteles mexicanos.
Modelo del “Cualicanazo”
“Están copiando la estrategia de los cárteles mexicanos”, opina Gerardo Rodríguez, profesor de gobernanza global y seguridad en la Universidad de las Américas Puebla (UDLAP).
A su parecer, fueron acciones similares a cómo actuó el Cártel de Sinaloa cuando las autoridades mexicanas detuvieron a Ovidio Guzmán, hijo de ‘el Chapo’, en 2019, y ocurrió el llamado “Culiacanazo”.
“Cuando hay un operativo de captura (…) o se anuncia que se van a reforzar las medidas en esta materia, ellos deciden lanzar una acción de violencia preventiva para evitar que el Gobierno (ecuatoriano) de (Daniel) Noboa siga con estas acciones”, explica Rodríguez.
David Saucedo, experto en materia de seguridad, advierte de que los altercados podrían ser fruto de la “experiencia” desarrollada por los cárteles mexicanos, organizaciones que han dado su respaldo a la estrategia de las bandas ecuatorianas “sin ninguna duda”.
Si bien, según ambos analistas, los cárteles mexicanos no tuvieron influencia en la violencia en Ecuador, sí tienen intereses económicos en ese país, pues es una ruta para el narcotráfico desde Colombia hacia México y Estados Unidos.
Rodríguez resalta que instituciones internacionales han advertido de los vínculos entre ‘los Choneros’ y el Cártel de Sinaloa, así como entre ‘los Lobos’ y el CJNG, grupo que quiere controlar “más territorios” en México y otros países, como Ecuador.
Saucedo asegura que el narcotráfico mexicano, buscando “hacer alianzas con las mafias locales” del Ecuador, les ha proporcionado “dinero, hombres, armas y drogas” con el objetivo de expandirse.
La situación de extrema violencia, opina, estalló en agosto de 2023 con el asesinato del candidato presidencial Fernando Villavicencio, quien había recibido amenazas de muerte del líder de ‘los Choneros’.
El presidente mexicano, quien este miércoles condenó la violencia y ofreció su apoyo a Ecuador, cuestionó entonces la versión sobre que el Cártel de Sinaloa estuvo detrás del magnicidio.
Nexos entre cárteles
Quienes sí tienen intereses en desestabilizar a Ecuador son las “bandas criminales colombianas”, concretamente el Clan del Golfo, explicó el profesor Gerardo Rodríguez.
“Es factible porque los cárteles colombianos están en búsqueda de socios, de aliados y que no tengan un vínculo totalmente directo con los mexicanos”, argumenta Saucedo, quien advierte del “matrimonio a la fuerza” entre ambas bandas.
El fenómeno tendría lugar ya que los narcotraficantes colombianos “ven con recelo” a sus homólogos venezolanos y ecuatorianos porque “antes, el pastel” de la venta de cocaína “se repartía entre dos, las mafias colombianas y mexicanas”, y ahora están dos países más en la ecuación.
No obstante, no parecieran haber pruebas suficientes de bandas colombianas estén detrás de los hechos violentos en Ecuador.
Los hombres armados y encapuchados irrumpieron en el canal de televisión TC, en la ciudad de Guayaquil, y sometieron a su personal durante una transmisión en vivo.
Los individuos portaban armas de grueso calibre e incluso apuntaban directamente con una escopeta a unos de los presentadores. El secuestro del canal tuvo lugar como represalia de los grupos armados contra la medidas de excepción implementadas por las autoridades del gobierno del presidente Daniel Noboa.
Secuestros de policías, dos capos fugados de prisión, motines en las cárceles y ataques con explosivos en las calles: el narco pone en jaque al presidente Noboa, en su primera crisis tras asumir el poder en noviembre de 2023.