Caracas sostiene que entre enero y julio habrían ingresado a Venezuela unos 121 mil 834 colombianos. El gobierno venezolano ha denunciado que es víctima de paramilitares y contrabandistas que vendrían desde Colombia lo que habría intensificado los problemas de inseguridad y grave escasez de productos básicos que enfrentan los venezolanos.
La reunión de Maduro con Ban se da después que la canciller colombiana, María Angela Holguín, informó que el próximo miércoles se reunirá con el secretario general de la ONU para exponerle la crisis humanitaria que enfrenta Colombia por el regreso masivo de miles de colombianos desde Venezuela hacia la localidad fronteriza de Cúcuta.
La crisis humanitaria se desató a finales del mes pasado luego que Caracas deportó a más de mil colombianos indocumentados y cerró los pasos fronterizos en el estado suroccidental de Táchira tras el ataque que sufrieron tres militares y un conductor civil cuando realizaban acciones de combate al contrabando en la localidad fronteriza de San Antonio del Táchira.
Las medidas del gobierno venezolano generaron el éxodo voluntario de varios miles de colombianos que vivían en Venezuela.
Holguín anunció su encuentro con Ban un día después que el presidente colombiano, Juan Manuel Santos, dio a conocer una ofensiva que emprendería su gobierno ante los organismos multilaterales para denunciar los supuestos maltratos que habrían sufrido sus compatriotas.
El mandatario dijo que el fiscal general de Colombia, Eduardo Montealegre, evalúa la posibilidad de denunciar al gobierno de Venezuela ante la Corte Penal Internacional porque cree poder probar que se ha configurado un posible ataque generalizado y sistemático contra la población civil colombiana.
Bogotá emprendió la ofensiva internacional después del revés que sufrió en la Organización de Estados Americanos donde no logró los votos suficientes para convocar una reunión de cancilleres para discutir la crisis con Venezuela.
Al final de su visita a Beijing el presidente venezolano criticó la postura que asumió Santos en medio de la crisis fronteriza, y dijo a la prensa que “le va a ir muy mal si toma el camino de las amenazas, sean políticas, diplomáticas o de cualquier signo, porque Venezuela está acompañada por los pueblos del mundo y del propio pueblo colombiano”.
Maduro pidió a su colega colombiano “que respire, se tranquilice, tome un poco de agua fresca, se tome una manzanilla con azúcar, porque está bastante ácido, y deje de escuchar los consejos del Comando Sur”. Asimismo, le reiteró la invitación para un encuentro.
Los titulares de las conferencias episcopales de Colombia y Venezuela se reunieron el jueves en Bogotá en momentos en que ambos países enfrentan una seria crisis.
Unos 1 mil cien colombianos han sido expulsados por orden del gobierno venezolano. Según Naciones Unidas, cerca de 10 mil han dejado voluntariamente Venezuela por temor a represalias.
Las relaciones entre Caracas y Bogotá entraron en crisis luego de que Maduro resolvió el 20 de agosto el cierre de algunos pasos fronterizos en el estado de Táchira.
Ambos gobiernos llamaron el 27 de agosto a consultas a sus respectivos embajadores. En tanto, el secretario general de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur) el expresidente colombiano Ernesto Samper, se refirió el jueves a la crisis.
“Mi papel como secretario me impide tomar partido por algún país. Esa función la tengo que cumplir por canales discretos. No voy a hacer denuncias mediáticas de países contra países”, dijo Samperáa la emisora local Blu Radio.
Samper consideró que la crisis colombo-venezolana podría solucionarse con un encuentro entre los presidentes Maduro y Santos.