Todos ellos, sostuvo anoche Maduro, “nos traen su solidaridad, su apoyo de siempre, su compañía y servirán estos días (…) para reflexionar a profundidad” sobre la revolución bolivariana, “desde su fundación en esta etapa histórica por el comandante Chávez” y “el camino andado de estos tres años” con él como sucesor.
El fallecimiento de quien propugnó el llamado socialismo del siglo XXI y la revolución bolivariana fue anunciado el 5 de marzo de 2013 por Maduro, quien ya entonces ejercía como gobernante interino.
Semanas antes de perder la batalla de casi dos años contra un cáncer del cual todavía se desconocen los detalles, Chávez previó la situación y pidió a sus seguidores votar por Maduro como su sucesor en las elecciones que debieron celebrarse al mes siguiente.
A tres años de ello, Venezuela atraviesa una severa crisis económica, signada por la inflación más alta del mundo (180,9 por ciento) y una grave situación de escasez de medicamentos y productos básicos, y también política con la oposición decidida a adelantar el fin de la gestión de Maduro.
Tras el encendido de la “antorcha de la llamarada” en el cuartel militar del centro de Caracas donde ha sido colocado su féretro, y desde donde lideró una intentona golpista en febrero de 1992 como teniente coronel, la Fundación Comandante Eterno Hugo Chávez ha previsto para este sábado una serie de actividades adicionales.
Entre estas destacan foros, ritos religiosos y actividades culturales, en las que se espera que participen los gobernantes visitantes que no asistieron a la actividad inicial de encendido de la antorcha, a cargo de soldados que participaron en la intentona de 1992.
Los homenajes durante los próximos nueve días prevén desde jornadas de activismo político hasta actividades de música, pintura y lectura de discursos, cartas y manifiestos de Chávez, recuento de su obra de gobierno y proyección de películas y vídeos, nuevos foros, lanzamientos de libros y la puesta en escena de obras de teatro.