Entre las nuevas reglas impuestas por el grupo insurgente se encuentra la vestimenta que hombres y mujeres deben de utilizar. Esta situación ha generado preocupación en la población afgana ante las nuevas imposiciones del régimen talibán.
Un grupo de jóvenes afganos denunciaron que fueron azotados por los talibanes al utilizar jeans en la vía pública, lo cual va en contra de las reglas de vestimenta impuestas y es considerado un delito para los extremistas del régimen.
De acuerdo con el medio británico Telegraph, un funcionario del nuevo gobierno en Afganistán aseguró que el régimen aún se encuentra decidiendo el código de vestimenta adecuado para los hombres en el país.
No obstante, han surgido varias denuncias que aseguran la imposición de vestimentas y brutales castigos a las personas que se niegan a obedecer estos códigos.
Este tipo de denuncias han circulado por redes sociales y la población afgana ha relatado su experiencia ante el regreso de los talibanes al poder tras 20 años.
En una publicación compartida en Facebook, un joven afgano narró que, mientras caminaba por las calles de Kabul con algunas amigos, se encontraron con un grupo de soldados talibanes que los acusaron de faltar el respeto al Islam debido a sus vestimentas.
Según el relato del joven, dos de sus amigos lograron escapar de los talibanes, pero los demás fueron brutalmente golpeados, azotados en el cuello y amenazados con armas de fuego.
Añadido a estas denuncias de la población, el medio Etilaatroz informó que uno de sus periodistas fue golpeado por los talibanes por no llevar “ropa afgana”.
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Estos incidentes aumentaron la preocupación en la gente afgana, ya que es evidente que la forma de gobernar del grupo talibán no ha cambiado.
A finales de la década de 1990, este grupo golpeaba o incluso asesinaba a las personas que no portaran la ropa religiosa adecuada del Islam.
Asimismo, durante su primer período de control sobre el país, los talibanes fueron conocidos por sus brutales castigos, extremismo religioso y misoginia.
En esta época, las mujeres eran obligadas a llevar la burka desde los 8 años, tenían prohibiciones para trabajar o estudiar y no les era permitido salir de casa sin la compañía de un hombre.
Las mujeres que no cumplían las reglas de los talibanes eran azotadas o ejecutadas de forma rutinaria.
De igual forma, en Kandahar, ciudad al sur de Afganistán, se les podía cortar los dedos a las mujeres que se pintaban las uñas y también estaba prohibido que llevaran zapatos con tacón debido a que “ningún desconocido debería oír los pasos de una mujer”.
Desde que los talibanes tomaron de nuevo el poder en Afganistán, los líderes del movimiento extremista se han presentado en occidente como un grupo más moderado y abierto a cambios.
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El grupo insurgente afirma que respetarán los derechos de las mujeres, ya que no desean que se conviertan en “víctimas” de la ley islámica.
No obstante, existen varios informes que afirman que los talibanes han ordenado a todas las mujeres dejar su trabajo y enviar a un pariente masculino para que las reemplace.
Este domingo, Aisha Khurram, ex representante de jóvenes ante las Naciones Unidas, informó que los talibanes habían convocado a funcionarios afganos a sus oficinas para solicitar el despido de todas las mujeres.
“Los talibanes le pidieron a los funcionarios públicos en Kabul que regresaran a sus oficinas, pero cuando todos se presentaron, despidieron a las mujeres, justificándose como una situación de seguridad donde las mujeres correrían peligro”, comentó en Twitter.