Luego agregó que permanecerá ahí “hasta que culminen todos los exámenes necesarios para definir el diagnóstico. Si se lo llevan o no a la cárcel no es un asunto del hospital, es un tema de la justicia”, dijo Paredes.
Horas antes, la jueza penal de garantías, Elsa Idoyaga, ordenó la prisión de Olmedo en la penitenciaría Tacumbú, de la periferia sur de la capital paraguaya, según confirmó a The Associated Press. Al escuchar la resolución, Olmedo se desmayó.
La fiscalía lo acusa por los crímenes de coacción sexual, violación a la autonomía sexual y abuso sexual.
La fiscal Luciana Ramos, en entrevista con la AP, dijo que el excura del templo San José fue denunciado el 4 de diciembre pasado por la catequista Alexandra Torres, de 21 años de edad. “La víctima relató que el 21 de septiembre de 2016, el sacerdote la manoseó en el pecho y la espalda cuando ella estaba sentada enfrente de la computadora para redactar una nota”.
Luis Barrios, defensor de Olmedo, dijo en conferencia de prensa que la fiscalía abusó con las imputaciones, ya que la catequista “denunció manoseo de pecho y espalda, pero la fiscal le agregó coacción sexual, que significa violencia”.
De acuerdo con el código penal, la fiscalía tiene seis meses para reunir pruebas de los supuestos delitos para solicitar, eventualmente, un juicio oral y público.
Si Olmedo fuera declarado culpable, podría recibir una pena carcelaria de hasta 15 años.