Este asesinato se produjo tres semanas después de un ataque con cuchillo en la capital francesa frente a las antiguas oficinas de la revista Charlie Hebdo, que publicó en su momento caricaturas de Mahoma.
La víctima fue decapitada en plena calle, cerca de la escuela donde trabajaba, en Conflans-Sainte-Honorine, una pequeña localidad de 35 mil habitantes ubicada a 50 km de París.
La fiscalía nacional antiterrorista abrió una investigación por “asesinato en conexión con una empresa terrorista” y “asociación criminal terrorista”.
Cuatro personas, incluido un menor, fueron detenidas el viernes por la noche, informó una fuente judicial. Los arrestados forman parte del entorno familiar del agresor, que habría gritado “Alá es el más grande” antes de ser abatido, según una fuente próxima a la investigación.
Macron se dirigió de inmediato al lugar del ataque, acompañado por los ministros del Interior Gérald Darmanin, que interrumpió un viaje a Marruecos y regresó a Francia, y de Educación, Jean-Michel Blanquer.
Después de reunirse con el personal del colegio, Macron pidió a “toda la nación” que se uniera en torno a los profesores para “protegerlos y defenderlos”. “Todos nosotros estaremos juntos. No pasarán. El oscurantismo y la violencia que lo acompaña no ganarán”, dijo.
Conmoción e incomprensión
Según una fuente judicial, la policía encontró un documento de identidad del atacante, según el cual habría nacido en 2002 en Moscú. Pero los investigadores todavía tienen que realizar una identificación formal.
Además, la policía está investigando un mensaje publicado en Twitter que muestra una foto de la cabeza de la víctima.
La foto está acompañada de un mensaje cuyo autor se dirige a Macron tachándolo de “dirigente de los infieles” y dice que quiso “ejecutar” a la persona que “se atrevió a menospreciar a Mahoma”.
La policía de Conflans Saint-Honorine fue alertada por la presencia de un individuo sospechoso que merodeaba por una escuela, según la fiscalía antiterrorista de París.
Al llegar, la policía descubrió a la víctima decapitada a 200 metros de la escuela. Trataron de detener a un hombre que llevaba un cuchillo, pero éste los amenazó, por lo que los agentes le dispararon y el presunto autor murió.
La conmoción y la incomprensión dominaban entre los vecinos con los que la AFP pudo hablar. Todos describieron al barrio donde ocurrió el ataque como “tranquilo” y “sin incidentes”.
Rodrigo Arenas, copresidente de la FCPE, la mayor asociación de padres de familia, dijo que recibió hace unos días un informe de “un padre extremadamente enfadado” después de que se mostrara una caricatura de Mahoma en clase.
El maestro habría, según Arenas, “invitado a los estudiantes musulmanes a salir del aula” antes de mostrar una caricatura del profeta agachado, con una estrella dibujada en sus nalgas, y la inscripción “nace una estrella”.
Según el padre de un alumno que se encontraba en la clase y que dijo que el maestro no quiso escandalizar a algunos de los niños, la secuencia causó mucha controversia entre algunos padres de familia.
“Saludar la memoria” del maestro
El ataque levantó una ola de indignación en Francia. En la Asamblea Nacional, los diputados se pusieron de pie para “saludar la memoria” del maestro y denunciar un “ataque abominable”.
La agresión se produjo exactamente tres semanas después de un ataque con cuchillo perpetrado por un paquistaní de 25 años cerca de las antiguas oficinas de Charlie Hebdo, en el que dos personas resultaron heridas.
El autor de ese ataque islamista había dicho a los investigadores que quiso vengar la publicación que hizo nuevamente de esas caricaturas Charlie Hebdo, a inicios de septiembre.
Fue por esta misma razón que el semanario fue atacado el 7 de enero de 2015 por dos yihadistas que masacraron a gran parte de su redacción. En total 12 personas, incluyendo algunos de los caricaturistas más célebres de Francia, murieron en el ataque.
Al Qaeda también había amenazado con atacar nuevamente la redacción del semanario satírico, que tras los ataques de 2015 se mudó y mantiene bajo secreto su nueva dirección.
La noche de este viernes, el semanario expresó en Twitter su “horror e indignación después de que un profesor en el ejercicio de su profesión fuera asesinado por un fanático religioso”.
Desde la ola de ataques yihadistas sin precedentes que comenzó en 2015 en Francia y que causó la muerte de 259 personas, se han perpetrado varios ataques en todo el país.