Cuatro extremistas, vestidos con uniformes militares, abrieron fuego con fusiles Kaláshnikov desde detrás de la tribuna de las autoridades contra las unidades del Ejército y de los Guardianes que desfilaban y contra los asistentes, provocando el caos.
Entre las 29 víctimas mortales figuran militares y civiles, incluidos mujeres y niños, mientras que todos los responsables gubernamentales presentes salieron ilesos, según informó el vicegobernador de la provincia de Juzestán, cuya capital es Ahvaz, Ali Hosein Hoseinzadeh.
Las fuentes no descartaron que aumente la cifra de muertos debido a que algunos de los heridos hospitalizados están en estado grave.
El portavoz de las Fuerzas Armadas, Abolfazl Shekarchí, explicó que los terroristas escondieron previamente las armas cerca del lugar en el que se celebró el desfile militar.
De los cuatro terroristas, tres murieron en el acto abatidos por las fuerzas de seguridad y el cuarto falleció en el hospital al que fue trasladado debido a las heridas sufridas, precisó el portavoz.
Según testigos, citados por los medios oficiales, los disparos comenzaron pocos minutos después del inicio del desfile y al principio los asistentes creyeron que eran parte del espectáculo.
Este tipo de atentados no son frecuentes en el interior de Irán, donde sí son habituales los ataques de grupos extremistas contra guardias fronterizos en los límites del país con Pakistán o Irak.
El pasado julio, militantes separatistas kurdos atacaron a miembros de los Guardianes de la Revolución en la frontera con Irak, causando diez bajas en las filas de este cuerpo militar de elite.
El ataque terrorista reciente más grave, perpetrado en junio de 2017 contra el Parlamento iraní y el mausoleo del imán Jomeiní en Teherán, fue reivindicado por el EI y se saldó con 17 muertos y más de 50 heridos.
Antes de que el EI asumiera la autoría del atentado de hoy, el ministro iraní de Exteriores, Mohamad Yavad Zarif, responsabilizó a “un régimen extranjero” patrocinado por EEUU de la masacre, por haber “reclutado, entrenado, armado y financiado” a los terroristas.
“Irán responderá rápida y decisivamente en defensa de las vidas iraníes”, advirtió en un mensaje en su cuenta oficial de Twitter.
Zarif y Rohaní no precisaron en sus mensajes el país o grupo al que responsabilizaban de lo ocurrido, pero el portavoz de los Guardianes de la Revolución, Ramazan Sharif, acusó directamente a Arabia Saudí de financiar al movimiento Alahvazié.
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Irán promete una respuesta "terrible" a atentado reivindicado por Estado Islámico pic.twitter.com/XIYWdUcjaN— Prensa Libre (@prensa_libre) September 22, 2018
Por su parte, el portavoz militar Shekarchí descartó la autoría del EI y dijo a la agencia Tasnim que Alahvazié no tiene la capacidad de llevar a cabo un atentado de este calibre, por lo que apuntó a que detrás del mismo está el respaldo de “EEUU, Israel y sus aliados en la región del Golfo Pérsico”.
El grupo separatista, que busca el derrocamiento del régimen islámico de Irán y la liberación de las zonas de mayoría árabe del país, perpetró en el pasado otros ataques en la zona.
El desfile militar de Ahvaz se celebraba, al igual que en otras ciudades de Irán, con motivo de la Semana de la Sagrada Defensa, que conmemora la guerra entre Irán e Irak (1980-1988).
En la parada que tuvo lugar en Teherán, el presidente iraní aseguró que su país seguirá aumentando “su poder defensivo día a día”, incluidos sus programas de misiles balísticos, pese a la presión de EEUU.
“EEUU está directamente enfrentado a la nación iraní y ha comenzado a violar y retirarse de los acuerdos”, subrayó en alusión a la decisión del presidente estadounidense, Donald Trump, de salirse del pacto nuclear multilateral de 2015 y reimponer sanciones.
Rohaní aseveró que “el enemigo no puede lograr sus objetivos” y auguró que Trump y EEUU serán derrotados al igual que el fallecido dictador iraquí, Sadam Husein, durante la guerra contra Irán.
En el desfile, con el que Irán trata de sacar músculo ante las amenazas, marcharon tanques, cazas, sistemas de defensa antiaérea y misiles, algunos decorados con los clásicos lemas de “Muerte a EEUU”.