“Una vez que reparen mi nariz me casaré con alguien más”, agregó la víctima quien también pide ayuda al gobierno afgano para ser llevada a otro país, ya que en Afganistán no pueden practicarle el procedimiento para recuperar su órgano.
En tanto, los talibanes están buscando a Mohammad Khan de 25 años, el esposo de Gul, cuyo acto fue calificado por los mismos insurgentes como “contrario al islam” , además negaron que se hubiera refugiado en una zona bajo su control, como afirmaron las autoridades.
El hombre no tenía antecedentes policiales ni vínculos conocidos con los talibanes, sin embargo cortó la nariz de su esposa el domingo pasado durante una disputa conyugal
“Estamos tratando de encontrar a ese hombre porque lo que hizo es contrario al islam”, declaró el miércoles a la AFP Nour Mohammad, un dirigente talibán.
El portavoz rechazó “indignado” la versión de la policía, que afirmó que Mohammad Khan había encontrado refugio entre los talibanes
Por su parte, las autoridades afganas intentan enviar a la víctima a un hospital de Turquía para que sea operada.
Khan golpeaba regularmente a su mujer había explicado el martes Ahmad Javed, portavoz del gobernador de la provincia de Faryab, noreste de Afganistán.
El domingo pasado, en medio de una disputa, “Khan quiso matar a su mujer pero el arma se atascó, por lo cual empuño un cuchillo y le cortó la nariz”, explicó el portavoz.
La cruel agresión tuvo lugar en la localidad de Char Char, situada en una zona controlada por los talibanes.
“Visité a Reza Gul en el hospital. Su nariz está totalmente seccionada, no se la puede curar en Afganistán”, declaró Javed.
Este trágico acontecimiento ilustra el martirio que viven las mujeres en Afganistán, una sociedad muy patriarcal.