El servicio de noticias Ynet indicó que en el centro de la reconciliación está la creación de un fondo israelí para indemnizar a las familias de las nueve víctimas turcas y un compromiso por parte de Ankara de devolver a su embajador a Tel Aviv.
El acuerdo fue alcanzado en un encuentro secreto entre el nuevo jefe del servicio de espionaje israelí Mosad, Yosi Cohen, el enviado especial del primer ministro israelí para Turquía, Yosef Ciechanover, y el consejero y número dos del Ministerio turco de Exteriores, Feridun Sinirlioglu.
En las conversaciones ambas partes analizaron una serie de medidas para normalizar sus relaciones, entre ellas la de que Turquía desistirá de cualquier acción judicial contra militares israelíes o el Estado de Israel a cambio de que éste compense a los familiares de las nueve víctimas mortales del asalto.
La Flotilla de la Libertad se dirigía a Gaza con ayuda humanitaria y la declarada intención de romper el bloqueo a la franja.
Israel asaltó el principal barco del convoy, el Mavi Marmara, de bandera turca, con comandos especiales, y en los enfrentamientos que tuvieron lugar en cubierta murieron nueve de los activistas.
Turquía exigió al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, una disculpa pública, lo que éste hizo en 2013 durante una visita a Jerusalén del presidente Barack Obama.
Pero todos los esfuerzos para conseguir la reconciliación de quienes hasta 2007 se declaraban aliados, resultaron infructuosos por el alineamiento del entonces primer ministro y hoy presidente, turco Recep Tayip Erdogan, con el movimiento islamista Hamás, que gobierna Gaza.
Según Ynet, el acuerdo alcanzado ayer establece que Ankara prohibirá la entrada en su territorio del alto miembro de este movimiento palestino, Saleh al-Arouri, así como toda actividad promovida por este funcionario sospechoso de alentar actividades armadas contra Israel desde Turquía.
En el acuerdo de reconciliación, que aún requiere la aprobación de los dos gobiernos, también figura el tendido de un gasoducto desde los yacimientos de gas natural israelíes en el Mediterráneo Oriental hasta la costa turca.
La posibilidad de que Israel abastezca de gas a Turquía está desde hace años en el centro de sus conversaciones, pero adquirió mayor importancia a raíz de la reciente crisis entre ese país y Rusia por el derribo de un avión ruso que realizaba misiones de bombardeo en Siria.
Según analistas israelíes, el temor de Ankara a perder el abastecimiento desde Rusia, que adoptó varias sanciones en respuesta al ataque, ha acelerado las negociaciones con Israel.
Sin mencionarlo explícitamente, Netanyahu dijo hoy, al firmar un polémico documento que permitirá la exportación del gas a terceros países, que lo hacía porque era en “interés de la seguridad” nacional.
La exportación del gas ha generado la oposición de numerosos israelíes y ha requerido un largo proceso regulador en instancias oficiales por violar las leyes anti-monopolio del país. Para conseguirlo Netanyahu ha activado una cláusula de emergencia.
Hace unos días, los primeros signos de reconciliación entre ambos países quedaron patentes en unas inusuales declaraciones de Erdogan, quien dijo que “normalizar las relaciones con Israel sería bueno para Oriente Medio” , guante que aparentemente Netanyahu recogió inmediatamente en conversaciones secretas.
En esa ocasión, no obstante, el presidente turco volvió a insistir en su exigencia de que Israel levante el bloqueo a Gaza, vigente desde el 2007.
El acercamiento entre ambos países había sido puesto también en tela de juicio por el notable acercamiento estos últimos cinco años entre Israel, Grecia y Chipre, que el próximo mes de enero celebrarán en Nicosia una cumbre trilateral que ha sido preparada en Jerusalén esta misma semana.