Priebus, quien se desempeñó durante varios años como presidente del Comité Nacional del partido Republicano, había sido una pieza fundamental en la formación del gobierno después de las elecciones, en el comité de transición.
Según los medios, el ya exjefe de gabinete de la Casa Blanca habría presentado su dimisión este jueves, algo que Trump no precisó en sus mensajes.
A continuación, Trump calificó al sustituto de Priebus, John Kelly, como “un gran líder y un gran estadounidense” y “una verdadera estrella de mi Gobierno” , al tiempo que destacó su “trabajo espectacular” al frente del Departamento de Seguridad Nacional .
Sin embargo, la llegada de Anthony Scaramucci a la Casa Blanca como nuevo jefe de Comunicaciones selló la suerte de Priebus.
“Tengo el placer de informar que he nombrado al general y secretario John Kelly como jefe del gabinete de la Casa Blanca. Es un gran estadounidense”, apuntó Trump en Twitter.
De acuerdo con Scaramucci, Priebus bloqueó durante cinco meses su llegada a la Casa Blanca.
Además, Scaramucci llegó a la conclusión de que Priebus era el principal responsable por la incontenible secuencia de filtraciones a la prensa de datos internos de la Casa Blanca, incluyendo informaciones comprometedoras.
Esta semana Scaramucci realizó una explosiva llamada telefónica a un periodista para presionarlo a que dijera quién le abastecía de informaciones desde la Casa Blanca, y el contenido de la conversación se tornó público.
En esa conversación, Scaramucci definió a Priebus como un “esquizofrénico paranoide, un paranoico” , y adelantó que sus horas como jefe de Gabinete estaban contadas ya que lo habían identificado como el principal responsable por las filtraciones a la prensa.
Las tensiones entre Scaramucci y Priebus había tornado literalmente explosivo el clima en la Casa Blanca en los últimos días.
La salida de Priebus se produce una semana después de la renuncia de Sean Spicer como portavoz presidencial y la designación de Anthony Scaramucci, con lo que se cierra una renovación importante en el seno de la Casa Blanca tras los primeros seis meses de Trump como presidente.
Tanto Priebus como Spicer forman parte del aparato del Partido Republicano, mientras que el nuevo director de comunicaciones no cuenta con experiencia en el ámbito político, algo que es considerado una ventaja por el mandatario estadounidense.