El avión presidencial aterrizó en el aeropuerto Helmut Schmidt procedente de Varsovia, donde Trump criticó duramente a Rusia, pocas horas antes de su esperada primera reunión el viernes en Hamburgo con su homólogo ruso Vladimir Putin.
Con semblante serio, Trump bajó del avión por las escaleras acompañado de su mujer, Melania, con gafas de sol. Tras saludar a las autoridades al pie de la escalera, ambos subieron a un helicóptero militar estadounidense, rodeado de una escuadra de helicópteros.
La reunión del viernes y el sábado del G20, un foro que reúne a las principales economías industrializadas y emergentes del planeta, se anuncia tensa.
A nivel diplomático, las posiciones de Estados Unidos sobre cuestiones como el clima o el comercio son antagónicas con las de muchos países del globo, mientras a nivel local varios grupos han anunciado masivas manifestaciones que han llevado a las autoridades a blindar la ciudad con enormes medidas de seguridad.
Estallan disturbios
Miles de personas están participando en una protesta contra la cumbre del Grupo de los 20 y las autoridades temen estallidos de violencia pues el acto lleva como nombre “Bienvenidos al Infierno”.
La protesta tuvo lugar en la plaza a la orilla del río donde usualmente se convoca al mercado pesquero semanal de Hamburgo, como preparativo para una marcha a través de la ciudad.
De inmediato no se informó de violencia aunque la Policía dijo que algunos alzados tiraron botellas. Los policías, usando altavoces, llamaron a los manifestantes a quitarse las máscaras.
La policía de Hamburgo ha convocado refuerzos de otras ciudades y regiones. Unos 20 mil agentes patrullan las calles, ríos y cielos de la ciudad. Las autoridades calculan que unos cien mil manifestantes acudirán a la protesta.
