En la visión del presidente estadounidense, se trata de “Washington ingresando a un acuerdo que es desventajoso para los estadounidenses”, porque “deja a los trabajadores, a los que amo, y a los contribuyentes para absorber el costo”.
Al iniciar un proceso para la retirada del acuerdo climático, EE. UU. se quedará solo junto a Nicaragua y Siria, los únicos dos países no firmantes de los compromisos adoptados en París por casi 200 naciones a finales de 2015.
Previamente, mientras varios medios estadounidenses anunciaban que su intención era retirarse del acuerdo, Trump se había limitado a afirmar vía Twitter que daría a conocer su decisión “en los próximos días”.
Concluido a finales de 2015 en la capital francesa bajo los auspicios de la ONU, este acuerdo tiene por objetivo limitar el ascenso de la temperatura mundial reduciendo las emisiones de gases de efecto invernadero.
Una retirada estadounidense sería una verdadera deflagración, 18 meses después de lograrse este acuerdo histórico del que Pekín y Washington, bajo la presidencia de Barack Obama, fueron los arquitectos centrales.