“Nuestros peores temores se han cumplido”, afirmó el miércoles el zoo en su página Facebook. Al menos 30 monos perecieron, según la policía local.
Poco después de medianoche, un incendio destruyó el recinto de los monos donde se encontraban, entre otros, orangutanes, titíes y chimpancés.
Los bomberos pudieron impedir que el fuego se propagara a otras partes del parque que sufrió, no obstante, daños que ascienden a varios millones de euros.
Según los primeros elementos de la investigación, el incendio habría sido provocado por farolillos chinos volantes, prohibidos en la región desde 2009. Tres de estos farolillos, con algunos mensajes escritos, fueron descubiertos en los escombros de la jaula de los monos.
Los policías, que investigan “un incendio criminal por negligencia”, esperan determinar su procedencia analizando las condiciones atmosféricas y las condiciones del viento.
La asociación alemana de protección de los animales pidió rápidamente la anulación de los fuegos artificiales en las inmediaciones de los zoos, granjas y perreras.
Los alemanes son particularmente aficionados la noche de Año Nuevo a lanzar fuegos artificiales y petardos superpotentes, a menudo importados de Polonia.
Estos artefactos pirotécnicos provocan graves heridas en las manos cada año, y a veces hasta muertes. Sólo en Berlín, los servicios de emergencia contabilizaron este miércoles 22 heridas en manos, algunas de las cuales se saldaron con amputaciones. El balance está, más o menos, en la tónica de años precedentes.
El parque zoológico permanecerá cerrado este miércoles, ya que sus trabajadores están “conmocionados” por esta “horrible tragedia”, según la dirección.
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