“Todavía están intentando despejar el terreno, pero por lo menos paró de nevar,” declaró a la AFP Kirsten Voinis, portavoz de la Asociación de Productores de Leche de Texas.
Los ganaderos de Texas normalmente dejan pastar a su ganado en las praderas en vez de encerrarlo en establos.
La tormenta llegó con tal rapidez que no alcanzaron a entrar el ganado a tiempo.
La asociación de ganaderos estima que la tormenta mató a 10% de las vacas lecheras adultas en la región. Todavía no ha estimado cuantos terneros y novillos murieron.