La muerte de Prigozhin fue verificada por expertos en genética y confirmada por las autoridades rusas el domingo 27. El empresario se encontraba en la lista de pasajeros del vuelo estrellado el 23 de agosto en la región de Tver, al noroeste de Moscú, en el que murieron las 10 personas a bordo.
Entre ellas, se encontraba también su mano derecha, Dmitri Utkin.
El impetuoso multimillonario de 62 años, reconocible por su cabeza perfectamente rapada y sus duros rasgos, se rebeló el 24 de junio contra el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigú, tras acusarlo de ordenar el bombardeo de bases de Wagner en la retaguardia del frente ucraniano.
Prometió entonces “frenar” a la cúpula militar de Moscú, recordando que tenía a su disposición a “25 mil ” combatientes, y llamó a los rusos a unirse a sus fuerzas para “acabar con el desorden”.
Putin lo llamó “traidor” y advirtió del riesgo de una “guerra civil”.
Los hombres de Wagner habían conseguido apoderarse de cuarteles en el sudoeste de Rusia y emprendieron una marcha hacia Moscú, pero Prigozhin reculó y puso fin al motín ese mismo día.
A cambio, el líder de los mercenarios fue en principio perdonado y logró un acuerdo que le permitía marcharse a Bielorrusia y a sus hombres, incorporarse al ejército regular ruso.
El jefe y fundador de Wagner volvió varias veces a Rusia e incluso fue recibido el 29 de junio por Putin en el Kremlin.
El lunes 28 de agosto por la noche, apareció en un video difundido por grupos cercanos a Wagner en que decía estar en África, para “hacer a Rusia aún más grande en todos los continentes y a África, aún más libre”. No viviría para esa nueva empresa.
En el clip grabado días antes de que se estrellara el avión en el que viajaba, Yevgueni Prigozhin, aseguraba que “todo va bien”.
“Para los que debaten si estoy vivo o no, cómo me van las cosas, (les diré que) es fin de semana, segunda mitad de agosto de 2023, estoy en África”, dijo el líder del Grupo Wagner en un video difundido en Telegram y replicado en otras redes sociales.
Las cosas. Esta mañana circula por los canales de Wagner en Telegram un video de Prigozhin en África diciendo que está bien. El meta data indica que es anterior al accidente que sufrió su avión privado rumbo a San Pertersburgo desde Moscú pic.twitter.com/Rvdf1HzgQA
— Sandro Pozzi (@sandro_pozzi) August 31, 2023
Prigozhin, enterrado discretamente en San Petersburgo
El líder y fundador del grupo paramilitar ruso Wagner, Yevgueni Prigozhin, fallecido al estrellarse su avión, fue enterrado el martes 29 de agosto en San Petersburgo en una discreta ceremonia privada confirmada por su empresa.
Una fotógrafa de AFP logró ver la parte posterior de la tumba de Prigozhin, fallecido el miércoles 23 de agosto a los 62 años. Pero no pudo acercarse, dado que el cementerio de Porojovskoie, en la antigua capital de los zares, fue rodeado por un cordón de fuerzas de seguridad.
“La despedida de Yevgueni Víktorovich tuvo lugar en privado. Las personas que deseen despedirse de él pueden ir al cementerio de Porojovskoie”, escribió su sociedad, Concord, en Telegram.
Es el primer mensaje que escribe Concord desde la rebelión abortada de Wagner contra el Estado Mayor ruso a fines de junio, que hizo de Prigozhin un enemigo del poder.
El jefe y fundador de Wagner, un hombre que pasó parte de su juventud en prisión e hizo fortuna en el mundo de la restauración, es originario de San Petersburgo, al igual que el presidente Vladimir Putin.
El Kremlin había anunciado unas horas antes que el presidente Putin no tenía previsto asistir a los funerales del jefe del grupo Wagner, al que en junio calificó de “traidor” por su rebelión contra la cúpula del Estado Mayor.
“No se prevé la presencia del presidente, ni tenemos información específica sobre los funerales”, declaró a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov.
Investigación sin pistas
Un consejero de la presidencia ucraniana, Mijailo Podoliak, ironizó en Telegram sobre los “funerales secretos” de Prigozhin, símbolo según él del “verdadero miedo de Putin”, que teme “manifestaciones masivas” y por su reputación.
Después de años en la sombra, Prigozhin se convirtió en una de las figuras más visibles de la vida política rusa al calor de la ofensiva en Ucrania. El miércoles 23 de agosto falleció al estrellarse su avión al noroeste de Moscú.
La catástrofe le costó la vida a la mano derecha de Prigozhin, Dmitri Utkin, y a otras ocho personas, y suscitó sospechas del lado de Occidente y de Ucrania de que el Kremlin pueda estar implicado.
Pero Peskov barrió esas sospechas el viernes, diciendo que estas no son más que una “mentira absoluta” y pura “especulación”.
El domingo 27 de agosto, el Comité de Investigación ruso confirmó la muerte de Prigozhin en base a los análisis genéticos, pero no mencionó ninguna pista que explicara la caída del avión, es decir, si pudo ser un accidente, o deberse a un error de pilotaje, a una bomba o a un misil tierra-aire.
Putin calificó a Prigozhin de hombre “talentoso”, pero observó que también cometió “errores graves”, y prometió que la investigación se llevará hasta el final.
Homenajes populares
Prigozhin renunció a su rebelión el 24 de junio tras un acuerdo que preveía su exilio, junto con sus hombres, en Bielorrusia, y un abandono de las diligencias judiciales en su contra.
Sin embargo, siguió viajando a Rusia, y fue recibido al menos una vez en el Kremlin, a fines de junio. En el último video difundido antes de su muerte decía encontrarse en África, donde quería trabajar por la “grandeza” de Rusia.
Tras anunciarse su muerte, combatientes de Wagner y vecinos de distintas ciudades rusas le rindieron homenaje ante unos memoriales improvisados, prueba de la popularidad de este hombre entre una parte de la población.
Su muerte ha conmocionado los círculos nacionalistas rusos, que si bien son favorables a la campaña militar en Ucrania, critican a menudo al Estado Mayor, al que acusan de incompetencia y de sumar un revés tras otro.
Ese mismo martes 29 de agosto, un tribunal de Moscú mantuvo la detención del bloguero y ex comandante separatista del este de Ucrania Igor Guirkin.
Guirkin está acusado de “extremismo”, tras criticar a Putin y al ejército, y se expone a una pena de cinco años de prisión.