Los “ruidos submarinos” se escucharon en el área donde desde hace tres días buscan la nave Titán. El corresponsal científico de la BBC, Jonathan Amos, indicó que es difícil determinar cuáles podrían ser estos ruidos sin ver los datos, pero es posible que sean “ruidos cortos, agudos y de frecuencia relativamente alta que se producen al golpear la campana de titanio con otra pieza de metal u objeto duro dentro del recipiente a presión”.
Por ello se distinguirían del ruido blanco general del océano, también por si tienen un patrón regular a intervalos de tiempo. Los equipos de búsqueda reubicaron las operaciones bajo el agua para intentar explorar el origen de los sonidos.
Este 22 de junio la Guardia Costera indicó que encontraron “un campo de escombros” en la zona donde buscan el sumergible, a una profundidad de 3.800 metros, por lo que tratan de determinar a qué corresponde.
Cómo se escucha el ruido abajo del mar
El sonido varía su intensidad según el medio en el que se absorbe. Por ello, en el agua, los sonidos se propagan con mayor rapidez y menor pérdida de energía que en el aire. Las ondas sonoras y ultrasonoras se transmiten en el mar a una velocidad entre 1,400 y 1,600 metros por segundo, mientras que en la atmósfera la velocidad de propagación es de 340 metros por segundo.
“Esto se debe a que el agua del mar no se encuentra comprimida, es decir, no se puede reducir a un menor volumen, por lo que la absorción de las ondas sonoras es mínima, contrariamente a lo que sucede en la atmósfera, en donde los sonidos se absorben a distancias muy cortas”, explica Juan Luis Cifuentes y Marcela Frías en el libro El océano y sus recursos III. Las ciencias del mar: oceanografía física, matemáticas e ingeniería.
Además, los sonidos bajo el mar también se ven afectados por las variaciones de temperatura, salinidad y presión del agua. Cuanto más altas sean estas características, tanto mayor será su velocidad.
En el caso del sumergible Titán es importante considerar la profundidad en que se encuentran, ya que cuando se trata de lugares poco profundos es posible medir con exactitud las características del agua y conocer con precisión la distancia que recorre el sonido, pero en fondos superiores a los 5 mil metros el error de precisión puede alcanzar los 40 metros.
Cualquier objeto sumergido de tamaño considerable provocan la reflexión del sonido. Es decir, cuando una onda sonora colisiona con una superficie, una parta de ella es devuelta al medio, cambiando su dirección.
“Aunque las personas involucradas en la búsqueda del sumergible hayan escuchado los ruidos cerca de la zona en donde realizan el rescate, puede ser que el ruido venga de una distancia más lejana por la velocidad en que viaja el sonido”, indica Manoel Cifuentes, investigador especializado en pesquería y arrecifes artificiales, con estudios en el Centro de Estudios del Mar y Acuicultura (Cema) de la Universidad de San Carlos de Guatemala.
El experto indica que para determinar la fuente que emite un sonido abajo del mar se usan hidrófonos, los cuales se colocan en diferentes lugares para medir la distancia en que llega el ruido a cada uno y así pronosticar el lugar en que se encuentra el artefacto.
Importancia de los golpes regulares cada 30 minutos
Aunque muchas personas consideran que debajo de las olas está el mundo silencioso, es mentira. Abajo del agua se escuchan muchos ruidos, desde los sonidos naturales de los animales y plantas que habita en el agua, las embarcaciones, submarinos y otros elementos.
Sin embargo, los sonidos que captaron los aviones canadienses y que se percibió como un rayo de esperanza para localizar el sumergible Titán es diferente al White noise o ruido de fondo del mar debido a que los especialistas indicaron que un ruido de golpes regulares cada 30 minutos.
“Tiene que haber un patrón establecido para diferenciarlo del sonido blanco del mar. Este ritmo o frecuencia es muy, pero muy, poco probable que la naturaleza u otro artefacto lo emita”, dice Cifuentes. Por ello, se considera que el ruido pudo ser provocado por el sumergible Titán o alguno de sus tripulantes.
“Lo que se debe tomar es que, a mayor profundidad, la presión por las atmósferas del agua es mayor; lo cual puede provocar fallas en el sistema, como en los de comunicación. Ese es uno de los motivos por lo que ahora, en la búsqueda del sumergible Titán, utilizan equipos remotos que los controlan desde fuera y con las cámaras que tienen instaladas van buscando. La presión alta del agua provoca daños”, añade.
**Con información de EFE.