“Cada vez que nos enteramos de estos actos insensatos de violencia nos hace ponernos furiosos y tristes al mismo tiempo”, dijo a la prensa el gobernador de Luisiana, Bobby Jindal.
“No hay ninguna razón para que este tipo de maldad se meta en la vida de gente que sólo buscaba un momento de entretenimiento”, añadió.
La policía dijo que había identificado al atacante como a un hombre blanco de 58 años de edad, pero no divulgó su nombre.
El hombre abrió fuego al azar durante unos 30 minutos sobre los espectadores que asistían a la exhibición de la película “Trainwreck” (también conocida como “Crazy Amy”) en la sala del cine Grand 16 theater en la ciudad de Lafayette, en el estado de Luisiana, indicaron testigos.
Alrededor de 100 personas se encontraban en la sala cuando el atacante abrió fuego con un arma.
Jindal se reunió con algunas de las víctimas en un hospital local y dijo que elogió su heroísmo.
Una maestra se lanzó delante de su amiga para protegerla de las balas. La amiga fue alcanzada por un balazo en la pierna, pero ella “tuvo la sangre fría” necesaria como para encender una alarma de incendios en un esfuerzo por prevenir a otros sobre el peligro, relató Jindal.
“Incluso en los peores momentos, podemos ver lo mejor de la gente”, destacó el gobernador a los periodistas.
El jefe de la policía de Lafayette, Jim Craft, señaló que sus oficiales respondieron a los pocos minutos de haber recibido la primera llamada de auxilio.
“Cuatro efectivos entraron al cine para enfrentar al tirador”, dijo Craft a la prensa.
“Ellos oyeron los balazos en ese momento. Cuando ingresaron a la sala se encontraron con el atacante muerto por un balazo que se dio a sí mismo”, añadió.