En una entrevista con la emisora de radio “KTSA” de San Antonio, Abbott explicó que las unidades desplegadas en zonas de peligro, irán con el equipamiento “necesario” para realizar “el mejor trabajo posible”, incluidas armas.
Sin embargo, quiso matizar: “No se mostrarán con bayonetas militares, tratando de enfrentar a cualquiera que cruce la frontera porque ese no es su papel”.
En cuanto a la ampliación del número de soldados, el gobernador texano no fijó una fecha para alcanzar el millar de unidades, pero dijo que se realizará en las próximas semanas y que prevé una operación “a largo plazo”.
En las últimas 72 horas, Texas ya desplegó 250 efectivos en la frontera con México en cumplimiento de la orden dictada por Trump, que se suman al centenar de guardias nacionales que desplegó el anterior gobernador texano y actual secretario de Energía de Estados Unidos, Rick Perry, en el 2014.
Además de Texas, el gobernador de Arizona, Doug Ducey, también anunció el aumento del contingente de la Guardia Nacional que desplegó 225 y este martes movilizará a otros 113, hasta sumar 338, según anunció Ducey.
Estos movimientos ocurren a raíz de un fuerte incremento de las detenciones de indocumentados ocurrido en últimos meses en la zona fronteriza con México.
En marzo la Patrulla Fronteriza detuvo a 50 mil 308 indocumentados, unos 13 mil más que en febrero (36 mil 695) y más del triple que en marzo del 2017, cuando fueron 16 mil 588.
Función de la Guardia Nacional
La Guardia Nacional es un cuerpo de voluntarios que sirve como fuerza de reserva del Ejército. Suele ser utilizado en respuesta a catástrofes. Cada uno de los estados cuenta con la suya propia.
La ley estadounidense prohíbe que los cuerpos militares actúen como agentes de policía, por lo que los efectivos de la Guardia Nacional no podrán participar en detenciones de inmigrantes y se tendrán que limitar a la colaboración en la seguridad fronteriza.
Tanto el demócrata Barack Obama como el republicano George W. Bush enviaron a esa frontera efectivos de la Guardia Nacional durante sus mandatos. Obama desplegó 1 mil 200 en el 2010 con la tarea de vigilar la separación fronteriza. Bush mandó 6 mil entre el 2006 y el 2008 como refuerzo de los agentes de fronteras.
El despliegue ordenado por Trump, que ha despertado fuertes críticas, debe hacerse de acuerdo con los gobernadores de los cuatro estados fronterizos.
La de Nuevo México, también republicana, respaldó públicamente la medida pero aún no ha anunciado un despliegue. California, que está gobernado por los demócratas y enfrentado a Trump en varios temas, entre ellos el migratorio, no se ha pronunciado.
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