Una atracción turística en sí misma es Amatrice, localidad de más de dos mil 600 habitantes y cuna de los espaguetis a la amatriciana, elaborados con una salsa de tomate y queso de oveja.
Precisamente el próximo fin de semana estaba previsto que se celebrara en la localidad la 50 edición de una feria dedicada a ese plato típico de pasta, que atrae año con año a un buen número de turistas en pleno periodo estival.
Amatrice ya tenía su denominación actual en el siglo XI y en 1265 entró a formar parte del reino de Nápoles.
Fue escenario de revueltas y durante los siglos XIV y XV luchó con ciudades y castillos vecinos para defender sus límites.
Albergaba monumentos arquitectónicos bien conservados, la mayoría datados entre los siglos XIII y XVIII, y de estilos diferenciados como barroco o renacentista.
Considerada un punto de peregrinación, Amatrice también era conocida como la ciudad de las 100 iglesias, entre las que destacaba la basílica de San Francisco, de estilo gótico y ubicada a pocos metros del palacio del ayuntamiento.
Tesoro medieval
Por su parte, los orígenes de Accumoli -actualmente de algo más de 600 habitantes- se remontan al siglo XII.
A lo largo de su historia la localidad estuvo bajo el dominio de los normandos y el reino de Nápoles.
Entre sus sitios más turísticos estaban la original Torre Cívica, construida en el siglo XII y símbolo de las antiguas libertades comunales, y distintos palacios como el del Podest, característico de la época medieval.
Junto a estos dos pueblos, ubicados en la región de Lacio, Norcia -en Umbria- también se ha visto afectado por el terremoto y es conocido por su historia -hunde sus raíces en el Neolítico y el Imperio romano-, su arquitectura y la práctica del montañismo y la caza.
De allí, por ejemplo, son famosos productos gastronómicos como las salchichas y el jamón hechos de jabalí y de cerdo.
Además del patrimonio histórico, estas localidades están ubicadas en un paraje natural único, concretamente en el parque nacional de los Montes Sibilinos y el del Gran Sasso y montes de la Laga, un destino de interés para quienes desean disfrutar de la montaña y los lagos en Italia.
Luto y desolación
Siete años después del terremoto de LAquila, donde perdieron la vida unas 300 personas, Italia ha vuelto a recordar el miércoles cómo tiembla la tierra.
La Protección Civil de Italia ha informado que hasta el momento se han contabilizado 73 muertos, de los 53 víctimas entre las localidades de Accumoli y Amatrice, en la provincia de Rieti, en la región de Lacio, y las otras 20 en Arquata de Trontro, en la región de las Marcas.
Amatrice ahora vuelca sus esfuerzos en recuperar a los posibles supervivientes, es uno de los municipios que se ha visto más afectado por el seísmo que ha sacudido la zona del centro de Italia.
Desolación y tristeza se han dejado sentir en Amatrice, donde la mayoría de sus habitantes han sido desalojados o, en el caso de los heridos, trasladados a hospitales cercanos de la zona.
Sin embargo, aún permanecen en este pueblo unos pocos que se resisten a abandonar sus hogares: personas que transmiten su desesperación, que se consuelan mutuamente, que lloran y que muestran una mirada perdida.
Una monja que trabajaba en una residencia de ancianos relató cómo el terremoto le ha sorprendido mientras dormía.
Se ha despertado, cuenta, después de que el armario de su habitación cayera al suelo e inmediatamente ha decidido esconderse debajo de la cama, porque eso era “lo que había oído que se debe hacer en estos casos”.
Esta monja relató que junto con ella se han salvado otras tres personas, mientras que otras tres monjas y cuatro ancianas han fallecido.
Amatrice albergaba monumentos arquitectónicos bien conservados, la mayoría datados entre los siglos XIII y XVIII, y de estilos diferenciados como barroco o renacentista.
Por cuestiones de seguridad y para facilitar las labores de socorro y el paso de las ambulancias, el acceso por carretera a este pequeño pueblo situado en una colina han sido cortado.
Además del centro histórico completamente devastado también muestran daños en las inmediaciones con grandes grietas que se han abierto en las carreteras.
Las autoridades italianas han cortado los accesos que llevan a Amatrice y la entrada al pueblo solo es posible a pie.
Los municipios más afectados han sido Amatrice, Accumoli, Pescara del Tronto y Arquata del Tronto, donde se ha registrado los daños humanos y materiales más severos.