El Niño, un fenómeno que se produce cada cuatro a cinco años con una intensidad variable, provoca un aumento de la temperatura del Océano Pacífico, lo que resulta en sequías y lluvias superiores a lo normal.
A veces, es seguido por un fenómeno inverso, La Niña, provocado por una disminución de las aguas del Pacífico, que conlleva a una caída de las temperaturas y perturbaciones meteorológicas (lluvias, huracanes, nieve…).
Según la OMM, “La Niña podría manifestarse en el tercer trimestre del 2016” pero no será comparable al último fenómeno de La Niña (2010-2011), de intensidad moderada a fuerte.
Según los climatólogos de la NASA, los primeros seis meses de 2016 fueron los más calurosos de la historia.
Pero con La Niña, el 2017 será menos caluroso, predijo el climatólogo Gavin Schmidt, director de estudios espaciales del Centro Goddard de la Nasa.