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El Niño Dios Baby Yoda cuenta con las características habituales de la figura tradicional pero se añade el típico color verde de Gorgu (su verdadero nombre) y orejas puntiagudas hechas con plastilina epóxica. Además, sus ojos están pintados para ser más grandes.
“La verdad es que lo hago como juego. A mí me divierten mucho este tipo de cosas oscuras, blasfemas y herejes. (…) Ahora ya hay muchos comentarios sobre que me voy a ir al infierno, condenándome en la tierra… y fíjate que esto más que impactarme de forma negativa me agradó”, explicó.
Desde su estudio, ubicado en el centro de Ciudad de México, el artista multidisciplinario aplica las ideas que le ha dado tiempo a maquinar en sus muchos años de profesión -a los 15 años empezó a ir a talleres de teatro en su natal Guanajuato- y también en los últimos meses de confinamiento y pandemia.
México celebra cada 2 de febrero el Día de la Candelaria, que señala el final de las celebraciones de Navidad, durante el cual las familias cocinan tamales (alimento a base de maíz con rellenos variados) y sacan a relucir su Niño Dios.
La idea de intervenir a un Niño Dios la tuvo hace ya algunos años, en 2014, cuando lo invitaron a una feria y pensó que sería bueno llevar esta propuesta.
“Me surgió la idea de hacerlos porque es una figura muy popular en México. Y yo vi que la gente los vestía de futbolistas o de doctores“, reveló.
Entonces no pudo comprar ninguna figura de las que se utilizan en esta celebración, pero adquirió e intervino las que se regalan en lo bautizos.
El artista Pedro Infante, el personaje de ficción Terminator, el asesino en serie Charles Manson o Adolf Hitler fueron algunos de los Niños Dios reinterpretados que más éxito tuvieron.
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Polémica avivada
Y después de varios años profundizando en otras facetas como la de cantante o la ‘performance’ artística, pero investigando siempre la conexión de distintas disciplinas con el arte plástico, se decidió a regresar a las figuras y lo hizo, para el gusto de muchos y el disgusto de otros, por la puerta grande.
En la publicación de su obra en Instagram se pueden leer mensajes que califican su obra de “insultante” u “ofensiva”, pero él, lejos de ofenderse, lo ve estimulante.
“Tengo pensado hacer otras piezas tal vez más retadoras o rompiendo esquemas, porque pienso que la blasfemia para mí es un trabajo y la herejía es la libertad de oponerse a los dogmas. En ese sentido es como pienso hacer mis piezas”, consideró.
Además, también muchas personas se interesaron en la figura y la hallaron divertida, una buena y rompedora propuesta.
Por otra parte, a pesar de que el Niño Dios Baby Yoda -personaje de la serie The Mandalorian surgida de la reconocida saga Star Wars– puede ser atractivo tanto para público adulto y joven como infantil, Yurex Corp tiene claro que su contenido seguirá siendo dirigido a adultos.
“Igual hay personas muy jóvenes a las que les puede atraer pero quiero mantener un poco de distancia, porque el contenido que hago es muy fuerte a veces”, indicó.
Actualmente, el artista se encuentra trabajando una pieza de ‘performance’ llamada “Lágrimas de cíclope” en la que, explicó, trata de adentrarse en el autoerotismo.