La Sputnik V, de laboratorio Gamaleya, tal y como lo consigna una nota de Infobae, fue la insignia del presidente ruso, Vladimir Putin, de la cual hicieron eco cuantiosas campañas de relaciones públicas.
Sin embargo, en la “avanzada mundial para surtir al mundo de la vacuna” de Putin, las cosas no están saliendo como se esperaba. Demora para la entrega por dificultades en la producción del fármaco causan conflictos en los países que adquirieron las vacunas.
De acuerdo con Infobae, las naciones que firmaron contratos con el Fondo ruso de Inversión, encargado del comercio de la vacuna, fueron Guatemala, Honduras, Nicaragua, México, Argentina, Bolivia, Venezuela, Paraguay y Guyana.
Pero el problema va más allá de la demora en la entrega del producto o el incumplimiento de contratos: la vacuna rusa es la única que tiene dos componentes distintos que se administran en cada dosis. Así, el componente 1 ya se aplicó en millones de personas que ahora esperan el componente 2 entre incertidumbre por alcanzar esta segunda dosis.
Uno de los últimos casos de esta contingencia fue Argentina, que fue el país que más confió en la vacuna rusa para comenzar con su inmunización.
De esa cuenta, hasta ahora se ha aplicado la primera dosis a unos siete millones de argentinos, pero la segunda solo a un poco más de un millón, teniendo el país grandes dificultades para completar la inmunización a raíz de la demora de Rusia.
Panamá canceló “a tiempo” la compra de 3 millones de dosis cuando observó el problema de la demora, y México compró 24 millones de dosis, pero hasta ahora solo ha recibido 4.4 millones.
Guatemala compró 16 millones de dosis y no ha recibido ni un millón.